Tras protagonizar uno de los culebrones del verano, su posible fichaje por el Real Madrid, el brillante e imprevisible Franck Ribéry parece más contento que nunca en el Bayern.

Así, después de la goleada ante el Borussia Dortmund (5-1), el mediapunta galo no duda en afirmar que se siente "amado" en su club.

"El club ya sabe qué es lo que quiere y por mi parte, tengo una idea de lo que puede pasar. En fútbol, las cosas a veces van muy rápido; una simple reunión y todo se puede decidir. Yo aquí me siento muy cómodo", afirmó al hilo de la renovación de contrato con la entidad muniquesa, que expira en 2011.

Además, su relación con Louis Van Gaal parece haber mejorado sustancialmente, a tenor de la efusiva celebración tras su gol de falta (el tercero de su equipo) y de las palabras que le dedica: "Al principio fue duro, pero nos hemos dado cuenta de que es muy inteligente".

El ex entrenador del Barça fue incluso más allá: "Franck y yo siempre hemos sido amigos".