Con el derbi entre el Real Madrid y el Atlético en el punto de mira y como sugerente estreno liguero, dos de los fichajes más llamativos del verano se sinceran.

Arjen Robben y José Antonio Reyes, puñales por la banda izquierda de Real Madrid y Atlético respectivamente, cuentan sus particulares impresiones en la edición digital de AS, y ambos coinciden en desbordar mucho optimismo de cara al duelo del Santiago Bernabéu.

En lo referente a la dificultad de su fichaje por la entidad presidida por Ramón Calderón, el ex del Chelsea desvela su gratitud por haber podido recalar en Chamartín: "Me he sentido desahogado porque todo se ha solucionado después de una pretemporada difícil con el Chelsea. Allí no tenían la confianza en mí que yo quería y cuando un gran club como el Madrid me llamó fue fácil decidirme, quería ser feliz. Ha sido un alivio y voy a disfrutar cada minuto que juegue, quiero demostrar que valgo lo que han pagado por mí".

"Cosas rasas"

Reyes, por su parte, confiesa que su llegada al césped del eterno rival del Atlético le aturdirá un poco: "Seguro que sentiré cosas raras, ya que estuve jugando allí un año. De todos modos, ahora estoy en el Atlético, visto la camiseta rojiblanca y mi único deseo es ganar el partido. Jugué en el Madrid, pero ahora me debo al Atlético"

Otra muestra de su autoconfianza, además de su deseo de ganarse a la afición rojiblanca es el pronóstico que lanza para el derbi: "ganaremos 0-2 y yo marcaré un gol... si así ocurre, ese partido no lo olvidaré en mi vida. Poco a poco los seguidores del Atlético cambiarán su opinión sobre mí".

Por último, se atreve también a confirmar su objetivo en esta nueva andadura en el Vicente Calderón: "nuestra meta es estar entre los cuatro primeros y entrar en Champions".