La carrera del GP de Gran Bretaña, en Silverstone, estuvo marcada por los problemas de los neumáticos: se produjeron cuatro reventones de cuatro coches diferentes.

El primero que sufrió un reventón fue Lewis Hamilton. El inglés iba liderando cómodamente la carrera cuando en la vuelta ocho su neumático trasero izquierdo reventó. Pudo llegar a boxes y seguir en carrera, llegando a acabar cuarto.

En la vuelta diez, fue Felipe Massa el que sufrió el mismo reventón en la misma curva. También el brasileño pudo cambiar y al final fue sexto.

Ya estaban todas las alarmas encendidas en los equipos y en Pirelli y todos las escuderías empezaron a mandar entrar en boxes, para prevenir algún problema de las gomas.

En la vuelta 15, el Toro Rosso de Jean-Eric Vergne fue el que sufrió un reventón. El francés había cambiado ya neumáticos, por lo que el desconcierto se extendió en la pista, a la vez que algunos equipos indicaban que había algo cortante en el piano de la curva donde se producían los incidentes. Vergne se vio obligado a abandonar.

Parecía que no habría más problemas hasta que en la vuelta 47, era el McLaren de Sergio Pérez el que sufría un reventón. El mexicano abandonó.

Pirelli estaba recogiendo trozos de los neumáticos dañados para intentar averiguar cuál fue la causa de tantos problemas.

Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport, aseguró que los estallidos de los neumáticos que se produjeron durante la carrera del Gran Premio de Gran Bretaña se han debido a causas distintas a los que se vieron este año en otras carreras.

"Hoy hemos visto un tipo de problema diferente. Ahora estamos analizando lo que ha sucedido. Estamos trabajando para tratar de entender qué ha sucedido en la carrera", ha comentado Hembery ante los medios en Silverstone.

Según el máximo responsable de Pirelli para la Fórmula 1, este problema no guarda relación alguna con los sufridos anteriormente en las primeras carreras del Mundial, en los que se produjo un desgaste excesivo hasta arruinar la banda de rodadura del neumático.

Sin embargo, Hembery ha insistido que hasta que no recopilen toda la información necesaria de los neumáticos dañados no se podrá entender qué ha sucedido para encontrar una solución que evite que vuelva a suceder.