Habrá que decirlo en bajo, sin hacer mucho ruido, pero parece que este año, después de muchos desgraciados, el Athletic puede llegar lejos en su competición preferida. El equipo de Joaquín Caparrós logró ayer la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey tras batir en un cómodo partido al Hércules.El equipo bilbaíno logró así su segunda victoria en lo que va de temporada en San Mamés.

Aunque el equipo dirigido por Goicoetxea llegó a San Mamés sin mucha confianza, más pendiente de su lucha por el ascenso en Segunda División, y apenas inquietó el área bilbaína, los rojiblancos no consiguieron hacerse con el control del juego.

Aduriz protagonizó el primer disparo al poste, de los tres que hubo durante toda la noche –todos ellos con 0-0 en el marcador–, en el minuto diez al disparar casi sin ángulo tras una internada por la banda izquierda.

César estuvo a punto estuvo de adelantar a los visitantes después de una chilena que se estrelló en el larguero. Como un cabezazo de Gabilondo, ya al inicio de la segunda parte, a centro de David López.

Cada vez con el encuentro más escorado a favor de los locales, David López demostró lo que vale su tobillo en un golpe franco ejecutado magistralmente desde la frontal del área y Aduriz recibió el premio que había merecido su juego e incansable trabajo.