Un buen punto. El Alicante se puso el mono de trabajo para obtener un punto de oro en uno de los campos más complicados del grupo tercero de Segunda B. Pocos equipos lograrán puntuar en El Centenari, primero por sus dimensiones y, segundo, por el mal estado del césped artificial.

El equipo que dirige José Carlos Granero trabajó hasta la saciedad. No perdió los nervios y su mejor arma fue la concentración. Los celestes sabían que los catalanes no practican un fútbol de salón y apuestan por las jugadas a balón parado. Ahí fue donde Unanua estuvo inconmensurable. El portero celeste no cometió ningún error y estuvo acertado en las ocasiones que tuvo el equipo local.

Por su parte, Joan Tomas volvió a demostrar que es un gran jugador y que aporta cosas interesantes a este equipo, aunque el ex periquito no ha visto puerta desde que comenzó el campeonato. Los celestes no tuvieron demasiadas ocasiones de gol, ya que todo el juego transcurría por el centro del campo.

De todas, Luis Gil tuvo la más brillante, pero su gran lanzamiento se estrelló en la madera de la portería de Rubén, ex portero del Hércules.