Enhamed Enhamed, nadador que se colgó cuatro oros en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, y Amaya Alonso, cuarta y quinta en el mismo evento, viven desde hace dos años en la Residencia Joaquín Blume del Centro de Alto Rendimiento de Madrid.

«Es como un hotel de cinco estrellas porque nos dan todas las comodidades, pero la disciplina no es la de un hotel. Vives aquí, comes aquí, entrenas aquí», comenta Enhamed, canario de 21 años, que estudia Administración y Dirección de Empresas. «Se diferencia en que no estamos de vacaciones», añade Amaya, vallisoletana de 19 años, futura fisioterapeuta.

El nadador, quien dice que «en el papel pone un 85 % de ceguera, pero te puedo asegurar que tengo los plomos fundidos», describe las habitaciones: «Tienen 24 m2, con baño propio, un armario, un escritorio y una súpercama de 2 x 1. Es en la única en que me caben los pies».

«A mí me gusta el butacón tan cómodo que hay», añade Amaya. Ella tiene un ojo ciego y el otro sólo ve el 10 %. En su historial médico se lee glaucoma, cataratas y fotofobia.

Para Enhamed, lo mejor es el spa del CAR, «con jacuzzi, sauna y piscina de temperaturas». También disponen de biblioteca, «aunque con libros del año de la polka», lamenta Amaya. Además, una sala de televisión y una cafetería «bastante grande, con máquina de café y de hielo, billares y una terracita muy maja», remata Enhamed.

Un dragón y mucha ropa

Aparte de sus éxitos en el Cubo de Agua de Pekín, Amaya y Enhamed se trajeron muchos recuerdos. «Yo me encapriché con una figura enorme en bronce de un dragón y me la compré. Podías regatear y las falsificaciones son buenísimas», recuerda el canario. Amaya se decantó por la ropa: «De todo. Camisetas, vestidos, sudaderas, polos ...».