"El modelo se acaba, es inviable", se resigna Marco Rioja, presidente de la Federación Española de Esgrima. La subvención ordinaria del Consejo Superior de Deportes (CSD), el maná económico que fortalecía la musculatura de todas las federaciones deportivas, sufrirá un recorte del 34%. Un descenso, obligatorio y visto con buenos ojos por parte de la sociedad, que plantea incertidumbres presentes y futuras. ¿Qué sucede con las federaciones con varias disciplinas? ¿Cómo se gestiona la herencia de malas gestiones pasadas? ¿Cómo afectará a las canteras?

"La situación es compleja". Una percepción en la que coinciden todos los presidentes federativos consultados por 20 minutos. "Supone un retroceso de 30 años. Destruir todo ese trabajo. Y sin anestesia. Volvemos a los tiempos previos a Barcelona 1992", apunta Rioja. "Va a ser un duro golpe a la captación y formación de nuevos valores", destaca Carmelo Paniagua, presidente de la Federación de Patinaje–; sin olvidar que las comunidades están esperando el movimiento del Estado. Si se baja un 40%, otro tanto harán las ayudas procedentes de las autonomías".

La subvención ordinaria no es la única vía de financiación. Existen otras partidas específicas y el plan ADO, que alimenta lo relacionado con el olimpismo. Pero sí es fundamental. En la natación supone más de un 60%. En septiembre, anunciado el recorte, esbozado en un 40%, el CSD emplazó a todas federaciones a elaborar un plan ante las nuevas directrices económicas. Ninguna ve con claridad una ruta por la austeridad sin imaginación. Tampoco han vivido en una burbuja: antes del verano se abordó el modelo, sus debilidades y su alternativas.

Ahora, el objetivo principal pasa por adelgazar las estructuras federativas y convertirlas en rentables implementando su capacidad de generar recursos propios, en una transición del dinero público al privado, sin menoscabo para el rendimiento deportivo. Ya en los dos últimos ejercicios, en plena crisis, la tendencia ha sido el recorte. Entre un 30 y un 35% desde 2009 apuntan varias fuentes.

"Nos obligan a tomar medidas drásticas. En un deporte pequeño como la esgrima la federación también coordina y capta valores en la cantera. Esta estructura técnica se tambalea. ¿La vaciamos de contenido? Recuperarlo será difícil. Y más porque el resto del mundo no se detiene", dice Rioja. "Y a la cantera –añade Juan José Román, presidente del piragüismo– le va a afectar bastante".

"La autofinanciación solo es asumible por el fútbol o el baloncesto. En el ciclismo nos movemos en el 35%. Si nos centráramos en la carretera el porcentaje crecería. Pero, ¿y las otras disciplinas?", dice Juan Carlos Castaño, jefazo del ciclismo. "A menos recursos menos gasto. Y solo para comunicar, algo que será más vital, hay que gastar. Hemos presentado 25 memorias en empresas y de momento, nada", lamenta Román.  La Federación de Fútbol, la más poderosa, renunció a las dos últimas subvenciones.

Las federaciones, que han pedido la mediación del Comité Olímpico Español, resaltan las incoherencias con la normativa e intuyen una fractura entre deportes ricos y pobres. "El recorte  que ahora se avecina equivale al presupuesto de un club modesto en Primera División", indica Paniagua.

La Federación de Natación anunció que sus selecciones júnior de waterpolo no competirán a los Mundiales de Australia, en diciembre,  por "los reajustes presupuestarios". "En el ciclismo –explica Castaño– tenemos pruebas, como la París-Roubaix júnior, a las que se va por lo que suponen de formación o como aliciente. Ahora será muy difícil".