Así fue la llegada del autobús del Real Madrid al Olímpico de Kiev

El autobús del Real Madrid, a su llegada al estadio Olímpico de Kiev.
El autobús del Real Madrid, a su llegada al estadio Olímpico de Kiev.
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El autobús del Real Madrid, a su llegada al estadio Olímpico de Kiev.

La afición del Real Madrid no ha abandonado a su equipo en la disputa de la tercera final consecutiva de la Champions League. Los jugadores madridistas cumplieron con la liturgia, casi mística ya, del autobús desde el hotel de concentración hasta el estadio, donde van a buscar su decimotercera Copa de Europa.

Decenas de aficionados se desplazaron al Hotel Ópera de la capital ucraniana, bajo estrictas medidas de seguridad, y vitorearon a sus héroes antes de que tomaran la salida hacia el estadio. El camino transcurrió con normalidad: dentro del autobús, los jugadores contuvieron los nervios como buenamente pudieron. La mayoría, con los auriculares puestos escuchando la música que les relaje antes de los momentos de tensión, o que les ponga a tono para un partido de vital importancia, en el que se juegan toda la temporada.

Por las calles de Kiev no faltó tampoco el apoyo. Los fans iban aplaudiendo al paso del autobús, que escoltado por la policía local, llegó en apenas 15 minutos al lugar del duelo contra el Liverpool. Bengalas, banderas en alto... hasta que se acercaron al estadio. Y es que las medidas de seguridad privaron al equipo de que los cientos de aficionados blancos les recibieran por todo lo alto.

Por los pasillos del estadio, mientras se acercaban al vestuario, los jugadores no faltaron a sus tradiciones: el capitán Sergio Ramos, con sus auriculares personalizados tarareando una canción; Gareth Bale, serio a la espera de saber si va a ser titular, o Toni Kroos que, como siempre, fue el último en bajarse del autobús.

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