Un Getafe magistral cae ante un toque de Ronaldo

Ronaldo Nazario de Lima batió posiblemente hoy el récord de efectividad en un campo de fútbol al bastarle un solo disparo a puerta para tumbar a un Getafe, que a pesar de dar un recital de buen fútbol, se quedó sin premio.
Ronaldo protesta una falta(Efe).
Ronaldo protesta una falta(Efe).
Efe
Ronaldo protesta una falta(Efe).

El Getafe jugó de forma magistral. Y el Madrid y Luxemburgo, acabaron pitados de nuevo. El último cambio de Luxe, al sacar a Gravesen por Ronaldo, encendió a la grada, que no entendió el viraje resultadista del técnico brasileño.

Luxemburgo defendió con uñas y dientes el 1-0 en casa ante un club de escaso presupuesto. Hubo jugadores en el Madrid que perdieron los nervios. Uno de ellos, Beckham; otro Salgado.

Beckham acabó expulsado en el minuto 56 por una entrada durísima a Riki.
Beckham acabó expulsado en el minuto 56 por una entrada durísima a Riki. Controló siempre el partido el Getafe, pero Pernía, su jugador con más llegada aún siendo lateral izquierdo, se encontró con Iker Casillas, salvador una vez más.

El Madrid no mereció tanta ventaja en el primer tiempo. Ronaldo tuvo un balón y lo mandó dentro. Ese fue todo el arsenal ofensivo del Real Madrid.

El Getafe, en cambio, hizo casi todo bien. Disfrutó de más posesión del balón -meritorio jugando en el Bernabéu-, lanzó más córners, tuvo más ocasiones de gol, pero con el 1-0 se llegó al descanso. Por no tener a favor, no tuvo suerte el Getafe ni con el árbitro. Y eso, que hasta la fecha el Madrid no se había visto beneficiado en esta Liga.

Sin embargo hoy, Ronaldo se llevó el balón con el brazo en el gol y Pavón cometió un claro penalti sobre Güiza. Hasta para eso, tuvo desgracia el Getafe. Fútbol de verdad no hubo en el Madrid. Parecía que se había rehabilitado en San Sebastián, pero volvió a las andadas, a las noches sin rumbo.

Diego Rivas se comió a Guti y a Pablo García en el centro del campo
Diego Rivas se comió a Guti y a Pablo García en el centro del campo. Tiene razón Luis Aragonés en seguir sus pasos. Igual que los de Riki. Un futbolista interesante que dio mucha guerra a un Madrid que pudo autodestruirse en el segundo tiempo.

Está Riki en un momento extraordinario, a punto de dar el paso a un club grande. Es rápido y además cuenta con una fortaleza descomunal. Y en el área es un cañón. A los diez minutos mandó un balón al larguero en jugada individual, una acción de gran estética, de mérito especial por superar a tipos, a defensas de enjundia del fútbol español.

El Getafe luchó, peleó, superó a su rival. Con Pernía de nuevo intratable. Es Pernía un lateral izquierdo cada vez más trascendente. Mientras Pernía sube el nivel, en el otro bando Roberto Carlos languidece con el paso de las semanas.

Tras el descanso, Luxemburgo dio un toque de atención a Robinho. Estuvo desaparecido. No hubo noticias de él. Y le dejó en el banquillo al salir del vestuario en el medio tiempo. Así le castigó Luxe. Sacó al terreno de juego a Baptista, un jugador que no tiene nada que ver con el que se conocía en el Sevilla. Pernía, a los 51 minutos, pudo empatar.

Iker le sacó una volea que iba dentro. Y a los 71, fue Guti, quien dispuso de otra clara. Fue lo único potable del Madrid en este período. Con ese baremo, lógico es que el público del Bernabéu se enfadara y despidiera al equipo con una sonora pita. Valiente, en cambio, fue Bernd Schuster.

Planteó un partido para ganar. Nunca se escondió. Puso en el campo a Craioveanu y quitó del campo a Tena, un central. Todo un libro de estilo ofensivo. Buscó también el gol arriba con Pachón y Nano. Sin embargo, Schuster se quedó sin un gol, un tanto que buscó y mereció su equipo, que firmó un partido espléndido.

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