El Real Murcia reclama 25,2 millones de euros a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en concepto de indemnización por su descenso administrativo a Segunda División B, el cual se produjo en agosto por las deudas acumuladas por la entidad, que además ha modificado el convenio de acreedores aplazando en cinco años el pago de los 30,3 millones de euros que debe.

Así lo ha indicado este jueves en Murcia Jesús Samper, presidente y propietario del club, quien se ha reunido con los miembros del consejo de administración el mismo día que se ha celebrado una junta general ordinaria de accionistas. Samper ha hecho pública la cuantía de la indemnización que solicita a la LFP, la cual asciende a 25.210.250 euros por una decisión que le impidió competir en la Liga Adelante, como le correspondía por derechos deportivos.

El dirigente grana ha calificado de "cacicada" la decisión adoptada por la institución que preside Javier Tebas y ha reiterado, como ya dijo en su día, que al Murcia le han hecho "un traje a medida" para que diera con sus huesos en Segunda B, categoría en cuyo grupo I compite desde el pasado mes de septiembre, "cuando hay otros clubes que deben igual que nosotros".

Samper también ha anunciado la modificación del concurso de acreedores ampliando en cinco años el pago obligado de los 30,3 millones de euros que tiene de deuda a 30 de junio. Este aplazamiento trae consigo una quita del 50%  para los acreedores, porcentaje que podría subir en el caso de que el equipo lograra más ingresos por el hecho de competir en una categoría superior a la que ahora tiene. El presidente y dueño del club ha dicho que "a los acreedores tarde y mal, pero se les paga".