El Real Madrid necesita ganar al Borussia Dortmund en el Santiago Bernabéu para acabar líder del Grupo F la Liga de Campeones, en un duelo en el que puede igualar su récord histórico de 34 partidos consecutivos invicto.

Con la duda sobre si compensa ser primero o segundo viendo los rivales que pueden tocar en el sorteo de los octavos de final, el Real Madrid saltará al Santiago Bernabéu con la consigna de Zinedine Zidane de ir a por el triunfo.

Lanzado por la racha de 33 partidos que encadena sin perder y tras sumar un empate en el Camp Nou frente al Barcelona (1-1) que le mantiene firme en el liderato de la Liga, el vigente campeón de Europa quiere prolongar su buen momento ante un rival al que tuvo contra las cuerdas en Alemania.

Aquel empate (2-2) en los últimos compases del partido, más el despiste en Varsovia contra el Legia (3-3), obligaban al Real Madrid a ganar en Lisboa al Sporting de Portugal (1-2) y ahora a un pulso con el Dortmund que encara con buenas noticias.

Zidane recupera a jugadores lesionados de la importancia de Toni Kroos y Álvaro Morata. Ambos comenzarán en el banquillo, pero ya están en condiciones de cerrar el 2016 disputando el Mundial de Clubes.

Casemiro será titular tras el descanso que concede Zidane a Mateo Kovacic, que ha cumplido con creces mientras el brasileño ha estado lesionado. En defensa, la entrada de Pepe por Raphael Varane puede ser otra de las novedades respecto al equipo del clásico del pasado sábado.

El equipo madridista arropa a un Karim Benzema que necesita un buen partido para silenciar la crítica. Su frialdad en el Camp Nou, donde no remató a la portería rival, enfadó a gran parte del madridismo, que le sigue con lupa en cada partido del Santiago Bernabéu.

La lesión de Morata no la ha aprovechado para marcar, más allá del tanto que dio el triunfo en Lisboa, y la presión que le mete el canterano vuelve a estar presente.

El Dortmund llega a la gran cita como el equipo más goleador de la fase de grupos de la Liga de Campeones, con 19 tantos marcados, catorce de ellos en los dos partidos ante el Legia.

El Olympique de Lyon y el Sevilla se juegan este miércoles su futuro en la Champions en un duelo a cara o cruz en el que ambos pugnarán por pasar a octavos de final y que el equipo español, vigente campeón de la Europa League, afronta como una 'final' pese a que le valdría perder por la mínima.

Los andaluces, segundos del grupo con 10 puntos, a uno del líder Juventus y con tres de ventaja sobre los franceses, viajan con la única idea de ganar, a pesar de que les serviría un empate e incluso una derrota por un tanto de diferencia, al superar en ese supuesto al Lyon por el coeficiente tanto general como particular de goles.

El conjunto sevillista sigue tercero en LaLiga con 27 puntos, aunque decepcionó en su último partido al perder 2-1 con el Granada, entonces colista, y encara con la máxima ilusión esta última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones para acceder por cuarta vez a los octavos de final -incluyendo la antigua Copa de Europa-.