El Real Madrid lleva siete clásicos consecutivos sin ganar al Barça en el Bernabéu, una racha tan negativa como inédita que podría esconder un problema de mentalización.

"El Madrid siempre sale motivado para ganar al Barça, pero cuando esa motivación supera un determinado umbral, se transforma en obsesión", explica Jaume Martí, miembro de la Federación Española de Psicología Deportiva.

Y es entonces cuando surge el problema: "La obsesión produce estrés y una especie de efecto túnel que puede desvirtuar la percepción del jugador. Le impide tener la cabeza fría para tomar las decisiones correctas en el campo".

Jaume considera que el trabajo psicológico de José Mourinho no está siendo el más indicado: "El entrenador debería buscar la fórmula para que sus jugadores regulen esa obsesión, pero Mourinho es, quizás, el primer obsesionado y no es capaz de transformarla en motivación pura y dura".

"Las experiencias previas, sean malas o buenas, siempre afectan a nuestro comportamiento. Influyen en la forma de actuar de una persona. Es una respuesta automática y muy difícil de controlar", explica David Peris, psicólogo deportivo de la Universidad de Valencia.

Peris tiene claro que el Madrid debería trabajar la mentalización de sus jugadores: "Un futbolista, aunque físicamente se encuentre muy bien, nunca podrá estar al 100% en un partido si falla su mentalización. Es un trabajo que debe realizar el cuerpo técnico, quizás asesorado por un psicólogo".

A Mourinho, Peris sí que le reconoce algún mérito: "Siempre intenta restarle importancia a las derrotas buscando nuevos objetivos y eso es bueno para sus jugadores".