El Madrid se olvida del disgusto de la Euroliga asegurándose el factor cancha en la ACB

El pivot del Real Madrid Felipe Reyes (i) intenta taponar al pívot del Gipuzkoa Basket David Doblas (d), durante el partido de la 33.ª jornada de la Liga ACB.
El pivot del Real Madrid Felipe Reyes (i) intenta taponar al pívot del Gipuzkoa Basket David Doblas (d), durante el partido de la 33.ª jornada de la Liga ACB.
ALBERTO MARTÍN / EFE
El pivot del Real Madrid Felipe Reyes (i) intenta taponar al pívot del Gipuzkoa Basket David Doblas (d), durante el partido de la 33.ª jornada de la Liga ACB.

El Real Madrid, dolido y cansado tras perder la final de la Euroliga el pasado domingo, hizo el mínimo imprescindible para ganar al Gipuzkoa Basket por 81-72 y asegurarse acabar como líder de la fase regular de la Liga Endesa, lo que le permite tener el factor cancha a favor en cuantas eliminatorias por el título dispute. Poca tensión y poco acierto fueron las notas de los primeros minutos del partido. Tanto para los jugadores del Real Madrid, como para los aficionados, resultó imposible no acordarse de la fiesta que podía haber sido este partido.

No hubo alegría, ni ritmo, casi ni ganas. Sólo pasar el trámite de la mejor manera posible y cuanto antes. Está claro que el Real Madrid todavía no ha superado el duelo por la pérdida de la final de la Euroliga ante el Maccabi Tel Aviv y que necesitará un poco más de tiempo para volver a centrarse en lo que importa ahora, el título de Liga.

El primer cuarto acabó con un apretado 19-16 después de que el equipo donostiarra consiguiera un parcial de 0-7 en los últimos minutos. Aunque en ningún momento el Gipuzkoa se puso por delante en el marcador, también es verdad que el Real Madrid no encontró fuerzas suficientes para romper definitivamente el partido. Un partido triste, apagado, gris, monótono. Otro dato ilustrativo: El Real Madrid cometió cinco personales en los primeros veinte minutos, que acabaron con 40-33, con un Niko Mirotic totalmente fuera del partido. En el Gipuzkoa, la buena labor de Raulzinho Neto, autor de 13 puntos, hizo que las ausencias de Charles Ramsdell y de Jon Cortaberria parecieran menos importantes.

Tras el descanso, Nikola Mirotic que apenas jugó poco más de tres minutos con un pobre rendimiento, no salió a la pista. A primeras horas de la tarde había sido padre de Alexei y se resintió de una lesión de muñeca que se produjo en Milán, en la final de la Euroliga. La ausencia de Mirotic se sumó a las de Rudy Fernández y Dontaye Draper. El Madrid comenzó el tercer cuarto con un parcial de 7-0 que le llevó a alcanzar por primera vez la decena de puntos de diferencia, sin que hubiera un cambio drástico en el juego.

Y lo acabó con un 59-46 que le auguraba no pasar apuros para conseguir la victoria y certificar su primer puesto al frente de la clasificación en la fase regular de la Liga. Winchester, autor de 11 puntos en este periodo mantuvo al Gipuzkoa en el partido. El Real Madrid siguió bloqueado, incapaz de retomar ese juego que le llevó a Milán, por lo que se limitó a mantener la inercia y a ganar el partido (81-72), que era el único objetivo para poder tener ventaja de campo en cuantas eliminatorias dispute por el título.

Ficha técnica

81 - Real Madrid (19+21+19+22): Carroll (14), Darden (10), Llull (18), Bourousis (5) y Slaughter (3) -cinco inicial-; Mirotic, Rodríguez (14), Díez, Mejri (2), Yusta (2) y Reyes (13).

72 - Guipuzkoa Basket (16+17+13+26): Neto (17), Salgado (12), Hanley (1), Doblas (11) y Robinson (7) -cinco inicial-; Motos, Huskic (4), Winchester (16) y Olaizola (4).

Árbitros: Emilio Pérez, Lluis Guirao y Juan J. Martínez. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima primera jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes de Madrid, ante 5.814 espectadores. La afición recibió al equipo, y especialmente al entrenador Pablo Laso, con una cerrada ovación tras perder la final de la Euroliga en Milán el pasado domingo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento