El Barça, a la final de la Copa del Rey. En un partido extraño, en el que el Real Madrid fue mejor, tres chispazos le valieron a los azulgrana para solventar la eliminatoria y, de paso, inflingir otra goleada a su eterno rival (0-3).

Cualquiera que no viera el partido y consulte el resultado, pensará que los de Valverde volvieron a ser superiores, y que fruto de su dominio, posesión y ocasiones, aplastó a los blancos. Nada más lejos de la realidad, de lo que sucedió en elBernabéu en un choque decidido por la brutal pegada del Barça.

En la primera parte hubo más miedo que ganas de marcar, con ambos sabiendo de la importancia de un gol y de lo largo que era el partido. Pero mientras que las posesiones del Barça fueron estériles, el Madrid salía con peligrosos contragolpes. Especial atención a un Vinícius que se fue una vez tras otra... pero al que le faltó lo más importante, la definición, el gol. La tuvo en una jugada que se le quedó el balón un poco atrás, y remató alto. Y también en un contragolpe que acabó definiendo Benzema sin acierto.

Ni una ocasión había tenido el Barça en los primeros 45 minutos, pero tras el descanso demostró que no lo necesita. Su terrible pegada la escenificó Luis Suárez, que enganchó un ajustado disparo pegado al palo tras un pase desde la banda de Dembélé.

Pese al tanto, la eliminatoria seguía abierto, y el Madrid se lanzó a por todas, un gol forzaba la prórroga. Y ahí apareció Vinícius, demostrando sus enormes virtudes, y también su gran carencia. En un par de jugadas se aturrulló, pero en un arranque dejó muestras del exquisito jugador que es. Se fue a por los cuatro defensas, sentó a Piqué y su tiro lo salvó Semedo al final.

Eran los mejores minutos del Madrid, aunque el Barça estaba esperando su ocasión. y ésta llegó cuando Dembélé le volvió a ganar la espalda a la defensa. Su envenenado centro lo tocó Varane para evitar que Suárez marcara, y el galo se metió gol en su portería.

El finalista estaba ya casi decidido, y por si había alguna duda, Suárez le sacó un penalti a Casemiro, inocente y ya fuera del partido, para redondear el resultado desde los once metros, con el uruguayo marcando a loPanenka. El Barça jugará su quinta final consecutiva y buscará su quinto título copero seguido el sábado 25 de mayo en el Villamarín.