El Real Madrid venció con mucha solvencia en Montilivi (1-4), remontando el tanto incial del Girona. Julen Lopetegui apostó de nuevo por ese 4-2-3-1, con Casemiro y Kroos ocuparon el doble pivote, y por delante, Asensio, Bale, Benzema e Isco intercambiaban posiciones. El equipo blanco fue claramente de menos a más, ya que las sensaciones en el primer tramo de encuentro fueron bastante pobres por parte del equipo blanco, dejando sin embargo una actuación sobresaliente en la segunda mitad.

Las primeras ocasiones, eso sí, fueron blancas. Primero un gol anulado por claro fuera de juego a Benzema, y después con un mal remate de Isco en boca de gol tras una buena asistencia de Asensio. Después de ese fallo, el Girona logró ponerse por delante en el marcador. Fue un gran contragolpe, con un disparo de Lozano que tocó en la espalda de Carvajal, cuyo rechazo aprovechó Borja para sentar a tres hombres y poner el cuero en la mismísima escuadra.

El Madrid le puso bastante corazón a partir de ese momento, especialmente Sergio Ramos, que conectó dos cabezazos seguidos entre el minuto 31 y el 33 que se marcharon fuera por poco. Poco después fue él el encargado de poner el 1-1, tras transformar un penalti –lo hizo con gran clase, de panenka- de Muniesa sobre Marco Asensio.

Al poco del comienzo de la segunda parte, Pere Pons cometió un error en área propia que acabó condenando a su equipo. El centrocampista se dejó la pelota, Asensio lo aprovechó, y en el intento de solucionar su error le acabó pegando una patada a Asensio dentro del área. Benzema, con mucha calma, transformó el penalti.

A partir de entonces el Real Madrid comenzó conservar la pelota con más claridad, y en una acción a campo abierto consiguió poner el 1-3. Corría el minuto 59 cuando Keylor Navas –que volvió a ser titular con Courtois en el banquillo- encontró a Isco, y éste le metió un maravilloso pase a Gareth Bale, que se escapó de Muniesa gracias a su enorme potencia y marcó con gran facilidad.

Ya con el Girona totalmente roto, Karim Benzema completó su gran noche. Fue una gran jugada de Gareth Bale en el minuto 80, pase del galés que encontró en el área al delantero francés, que con un gran giro y definición completó su doblete para culminar la goleada del equipo blanco.