El Rácing acentúa la crisis de juego del Madrid

El Rácing de Santander acentuó este miércoles la crisis de juego del Real Madrid, un equipo que actuó atenazado, nervioso e impreciso, y donde una vez más los fichajes 'estrella' de la temporada -Robinho y Baptista-, tuvieron una presencia testimonial.
Beckham se lamenta durante un momento del partido
Beckham se lamenta durante un momento del partido
Efe
Beckham se lamenta durante un momento del partido

Baptista fue suplente y Robinho se fue a la caseta en el descanso.

Tras un primer tramo triste y mustio del Madrid, López Caro sacó al campo a Balboa y a Soldado. Mejoró en actitud, pero no fue suficiente para doblegar el orden del Rácing.

El Real Madrid anduvo perdido en el primer tiempo. Baptista se quedó de entrada en el banquillo. Y López Caro confió la dupla del mediocentro a Sergio Ramos y a Pablo García. No funcionó la creación una vez más en el Madrid.

Zidane tampoco estuvo fino en el enganche, y lo más preocupante, Ronaldo, que está en ojo del huracán de la afición, no entró en juego.

El Real Madrid está como un flan
 El estado anímico del Real Madrid se encuentra bajo mínimos. Hay
errores de bulto en la recepción del balón. Incluso en jugadores experimentados como
Roberto Carlos o
Beckham, aparecen errores infantiles. Y es que el Real Madrid está como un flan.

El Rácing, un partido modélico

El Rácing hizo un partido modélico. Con un plantel muy justo, desgastado por las sanciones, y con chicos de la cantera en su once inicial -Oriol, Antonio Tomás, Raúl-, el Rácing de Manuel Preciado tocó el balón con criterio y encima acertó en las jugadas de estrategia.

El golazo de Ayoze, tras un libre directo con un poderoso zurdazo, llevó le zozobra al Bernabéu. El Rácing se creció e incluso se permitió el lujo de empujar a la defensa del Madrid hacia el portal de Iker.

Felipe Melo, el sub '21 brasileño, jugó con inteligencia, buscó el apoyo de Antoñito en la frontal del área y a en seis minutos, el Rácing se fue arriba 0-2 antes de la media hora de juego.

Tras el descanso, López Caro sacó savia nueva. Quitó a Helguera y a Robinho. Balboa y Soldado salieron en medio de una gran ovación. En tiempos de crisis, el público agradece el esfuerzo de gente de la casa. Y lo cierto es que ninguno de los dos chavales defraudó.

Balboa hizo casi todo bien en la banda y Soldado buscó el gol, situado siempre en la zona de peligro, aunque le faltó definición para firmar una noche notable.

López Caro dio una vuelta a su mapa táctico. Beckham pasó al medio centro, Balboa se echó a costado derecho y Soldado se puso arriba con Ronaldo. El Madrid mejoró algo y en una acción de despiste defensivo del Rácing, en un saque de banda de Roberto Carlos, apareció Ronaldo para mandar cómodamente el balón a la red. Era el 1-2. Un resultado que daba alas al Madrid.

Sin embargo, el Rácing, a la contra, pudo sentenciar en acciones de Oscar Serrano, de Antoñito, que metieron el miedo en el cuerpo a Iker.

Balboa, que jugó ayer los 90 minutos ante el Lleida, volvió a ponerse la camiseta del Madrid esta noche.

A López Caro no le va a temblar el pulso. El miércoles dejó a Baptista en en el banquillo y mandó a Robinho a la ducha al descanso. Todo un síntoma y una demostración de autoridad. Aunque no tuvo el premio del esfuerzo de los dos chicos del filial. Al final, otra decepción más, que fue reprendida por la afición del Bernabéu.

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