Cada carrera de Fórmula 2 cuesta unos 40.000 euros y la crisis ha dejado a Ramón Piñeiro sin su principal patrocinador a mitad de temporada. Tenía dos opciones: colgar el casco o buscar una solución.

"Vengo de una familia humilde y desde que tenía 13 años, cuando mi padre me dijo que ya no podía pagarme los karts, me he buscado la vida para conseguir patrocinadores. Estoy acostumbrado", explica este catalán de 19 años.

Ahora, su innovadora idea ha sido buscar mecenas anónimos y ha lanzado una campaña en Internet, www.movimientoimpossible.com, para recibir donaciones de la gente: "Está funcionando bastante bien, ya han colaborado más de 2.500 personas. En el pasado GP de Motociclismo de Catalunya conseguí el apoyo de Ángel Nieto, Marc Coma o Álex Crivillé. Cuando vea a Fernando Alonso también lo intentaré...".

El donativo mínimo es de un euro y a partir de los 1.000 Piñeiro inscribe el nombre del donante en su monoplaza. "Pero no me olvido de nadie. Entre todos los colaboradores sortearé invitaciones para venir a los circuitos, para visitar mi box y repartiré material deportivo", asegura.

Piñeiro sabe que para llegar alto en el automovilismo cada vez hay que trabajar más fuera de los circuitos: "La crisis afecta mucho al mundo del motor y los equipos de Fórmula 1 buscan ahora más pilotos que aporten sus propios patrocinadores. En la parrilla actual hay al menos seis pilotos que se pagan su volante".

La F2 es la Segunda División de la F1. Los pilotos compiten con el mismo monoplaza Williams con motor Audi. Piñeiro es noveno en la general y otro español, Miki Monrás, es tercero. Andy Soucek fue campeón en 2009.