El mallorquín Rafa Nadal, exnúmero 1 de la ATP, concretó este viernes su avance a la siguiente ronda del Open de Australia de tenis, torneo en el que se impuso en 2009 y donde alcanzó y perdió las finales de 2012 y 2014, al batir al israelí Dudi Sela, numero 106 del mundo, en tres sets: 1-6, 0-6 y 5-7.

En los dos primeros, que duraron menos de media hora cada uno, el manacorí mostró su versión más fiable, aferrado a un efectivo primer servicio, su derecha, y a los errores no forzados de su rival. Bajaría su rendimiento en el tercer set, donde Sela se mostró más "respondón" y logró igualar el partido más.

El drive de Nadal perdió eficacia y también emergieron sus imprecisiones en una tercera manga donde Sela se vino arriba, empujado por el público de Melbourne. Nadal, sin embargo, controló la situación con su saque y avanzó a los octavos de final del torneo aussie por novena vez en su carrera.

El gigante sudafricano Kevin Anderson, que batió en su compromiso al francés Richard Gasquet por 6-4, 7-6 y 7-6, será el rival del tenista español en la siguiente ronda del primer 'Gran Slam' de la temporada. Nadal ya batió al espigado jugador de Johannesburgo, de más de dos metros de estatura, en su único enfrentamiento previo: en los octavos de final del Masters de Toronto 2010.

"En los dos primeros dos sets he jugado muy bien con menos errores, eso me ayudó. He jugado mejor que el otro día cuando no me sentía tan bien, físicamente", dijo Nadal en pista. "Hoy cambié bien las direcciones con la derecha y me moví bien. En el tercero él tuvo oportunidades, es algo normal siendo la tercera ronda del Abierto de Australia", explicó.

"No tengo nada de dolor, pero necesito jugar más partidos y sentir confianza, y necesito mejorar en todo", comentó Rafa negándose a decir un número del cero al diez para describir cómo se sentía físicamente. "Nunca he sido muy bueno en matemáticas", bromeó.

"Es muy difícil comparar lo de hoy con uno de los perores momentos que he pasado en pista. Mi cuerpo no estaba bien y tuve suerte de pasar porque pensé durante unos juegos que tenía que tomar el avión y volver a Mallorca", dijo.

Sin rastros, apreciables, de la deshidratación, calambres y demás males que sufrió en su partido anterior ante el estadounidense Tim Smyczekr, tras el que confirmó que había sido uno de los de más sufrimientos de su carrera, Nadal retornó a la Rod Laver Arena para vencer en dos horas y cuatro minutos.