El español Nicolás Almagro acabó con la racha de su compatriota Rafael Nadal, número uno mundial, en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, al vencerle en los cuartos de final del torneo, por 2-6, 7-6 y 6-4, en dos horas y cuarenta y siete minutos de juego.

Almagro había perdido los diez partidos que había disputado contra Nadal hasta este viernes.

La pasada semana, Nadal cayó en cuartos de final del Masters 1000 de Monte Carlo ante David Ferrer. Además, el pasado 30 de marzo, el de Manacor cayó en la final del Masters de Miami ante Novak Djokovic.

Queda menos de un mes para el comienzo de Roland Garros, el torneo en el que Nadal lleva dominando años.

Tras el partido ante Almagro, Nadal ha reconocido que "las sensaciones no han sido positivas" y confía cambiar de dinámica en Madrid.

"No vamos a hacer un drama de dos derrotas. No conozco a nadie que haya terminado ganando y ganando y ahora me está tocando perder", ha apuntado el mallorquín.

En este sentido, el número uno del mundo ha señalado que "hay que saber aguantar los momentos que no son buenos" y enfatizado que el camino no siempre será fácil.

"No tendré éxito durante toda mi vida. Ahora me ha tocado perder dos semanas seguidas, cosa que no pasaba desde hacía mucho tiempo en pista de tierra batida", dijo.

Nadal, que ha sufrido la primera derrota de su carrera ante el tenista murciano, considera que ha hecho méritos suficientes para llevarse el partido: "Hoy ha tocado perder cuando creo que podría haber ganado. Si en la semana pasada en Montecarlo creo que David Ferrer fue mejor que yo, hoy no ha sido así. Solo tengo que felicitar a mi rival y se acabó".

Tras esta derrota, el manacorense espera llegar "bien" al Masters 1000 de Madrid que se disputará en menos de dos semanas y aun no piensa en Roland Garros.

Sobre sus posibilidades en el torneo parisino, Nadal ha ironizado: "A lo mejor, después de diez años me dice que no soy el gran favorito. Mi ilusión en Roland Garros va a ser la misma, a pesar de estas derrotas".

Asimismo, confía en recuperar las sensaciones perdidas en Madrid y Roma porque, "cuando uno pierde en cuartos de final un partido que tenía que ganar, las sensaciones nunca son buenas, y más cuando vienes de perder en Montecarlo", ha concluido.