Ni las más de 13 horas de autobús, ni los impagos, ni la categoría menor —en teoría, porque en la práctica se ha demostrado que no—. Los jugadores del Racing están empeñados en hacer historia y ya van por el segundo Primera al que dejan en la cuneta en la Copa del Rey.

El Racing, que milita en Segunda B y que vive una dificilísima situación institucional, se está ganando el cariño y el respeto de la afición al fútbol a base de hitos deportivos. La profesionalidad de sus jugadores, que llevan tres meses sin cobrar, da sus frutos y, en el horizonte, un nuevo reto: Villarreal o Real Sociedad.

"Trabajar sin cobrar es complicado. Son casi cuatro meses sin hacerlo y no todos lo pueden soportar. Somos chavales con hipotecas, familias... Y muchos de fuera, que complica más las cosas", asegura a 20minutos el futbolista del Racing David Miguélez tras un viaje de vuelta a Santander de 13 horas de duración. "Estoy destrozado, apenas he dormido", se queja con voz cansada.

Sin embargo, el "premio de la Copa" hace que las fuerzas del equipo, más ilusionado que nunca, no se vean mermadas. "Estamos ahí, peleando con los grandes", dice entre risas Miguélez. Y lo están haciendo dando lecciones de fútbol, no por casualidad. "Hemos demostrado que nos interesa la Copa, hacerlo bien. No ha sido casualidad, porque íbamos a Almería con la intención de pasar de ronda. Ya en la ida creímos que habíamos merecido algo más y por eso viajamos confiados", se sincera el jugador racinguista.

Hablamos de la Copa del Rey como el escaparate perfecto para equipos de Segunda que ven en esta competición la posibilidad de hacer su sueño realidad al enfrentearse a los 'grandes' de nuestro fútbol. Pero el caso del Racing es distinto. El club cántabro es un histórico del fútbol español —ocupa el puesto 14 de la clasificación histórica de la Liga— que, por culpa de la crisis económica y de una mala gestión empresarial, ha sido relegado a un segundo y tercer plano quedándose sin sitio en las portadas de los medios, salvo en los más locales.

Pero la Copa también está para eso: para hacer hueco a esas hazañas de los equipos teóricamente menores. En esas está el Racing. Eliminados dos Primeras —Sevilla y Almería—, el objetivo es seguir haciendo historia en los cuartos de final de esta competición. Villarreal o Real Sociedad serán su rival. "El vestuario prefiere enfrentarse a la Real, por el tema del desplazamiento, ya que está más cerquita de Santander. Además, eso permitiría a la afición ir al partido", dice el futbolista.

La machada copera está sirviendo para olvidar, al menos de forma momentánea, todos los problemas extradeportivos que atraviesa el club y que afectan de forma muy directa a los jugadores y cuerpo técnico y, como no, a la sufrida afición, que ha llegado incluso a perder los nervios protagonizando una de las imágenes de esta temporada: un grupo de hinchas intentó asaltar el palco VIP del Sardinero para agredir al presidente Ángel Lavín.

"La gente está muy quemada", cree David. "Es su manera de protestar. Pero lo puedo entender, porque yo he visto a gente llorar por este equipo. Lo trata como si fuera su propio hijo, y claro, si le hacen daño a tu hijo, te lo hacen a ti".

Una afición a la que se "han metido en el bolsillo los jugadores", dice sin dudar Miguélez. Porque son ellos, los futbolistas, los que ahora representan al Racing. "La gente lo ve así. La afición no nos ha abandonado, está a muerte con nosotros. Sufrió una desilusión cuando descendimos, pero con nosotros está genial. Los jugadores estamos flipando".

El Racing, único equipo cántabro que ha jugado en Primera División, vivió el momento más dulce de su historia más reciente en la temporada 2007/08, de la mano de García Toral, terminando la Liga en puestos UEFA, competición que jugó la siguiente campaña por primera vez en su historia. Esa temporada, logró otro hito: disputar unas semifinales de Copa por primera vez (dos años después repetirían la hazaña). Todo gracias a jugadores que ya forman parte de la historia del deporte rey en España: Pedro Munitis, Nicola Zigic, Garay, Toño y Colsa, entre otros.

Antes, en 2002, había aterrizado en el club el empresario Dmitry Piterman con la intención de salvar al club de la quiebra por los problemas económicos que ya eran una realidad por aquel entonces. Además, asumió las labores de entrenador junto a Chuchi Cos, algo que provocó más críticas que opiniones a favor.

Dando un salto en el tiempo, en enero de 2011, llegaría al club Ahsan Ali Syed, un empresario indio dispuesto a colocar al Racing entre los mejores de España a base de inyecciones de capital. Hecho que significó un punto de inflexión en la historia racinguista. A las primeras de cambio echó al entrenador y, aunque el equipo logró finalmente la salvación, aparecieron numerosos problemas económicos por los que, en octubre de 2011, todo el Consejo de Administración del Racing presentó su dimisión. La espantada ocasionó pérdidas y numerosos problemas a los santanderinos, que se vieron obligados a entrar en Ley concursal para evitar el descenso administrativo (su deuda era de más de 37 millones de euros). En la siguiente campaña siguieron los problemas y el equipo finalmente descendió a Segunda diez años después. El año pasado, y con una precaria situación económica, ya en la categoría de plata, el equipo tuvo hasta cuatro entrenadores que no pudieron impedir que el conjunto cántabro bajara a Segunda B. El Racing se acercaba al abismo y los rumores de desaparición suenan ahora con más fuerza.

"Los que hemos llegado al club, intentamos no pensar en negativo. Nuestro objetivo es ascender y que se puedan arreglar las cosas", dice el futbolista.

Sin embargo, actualmente la situación de este club centenario es práticamente insostenible. Situación por la que los jugadores decidieron protestar en modo de plante hace unos días, en la ida de la eliminatoria frente al Almería. En un comunicado, ellos mismos denunciaron lo que pasaba: "A fecha de hoy, se adeuda a los futbolistas, las mensualidades de Octubre, Noviembre y Diciembre. Los actuales dirigentes del club, han incumplido en más de tres ocasiones, las promesas realizadas de abonar parte de lo adeudado a la plantilla. El propio señor Ángel Lavín, actual presidente del Real Racing Club de Santander SAD, tanto en declaraciones públicas como en reuniones privadas, realizó la promesa de poner al día de cobro a la plantilla con fecha tope del pasado 31 de diciembre de 2013, algo que no ha sucedido".

Entonces, y dada la "delicada situación de la plantilla", ¿de dónde sacan las fuerzas o las ganas estos chavales? "De muchas cosas: nos gusta el fútbol, tenemos mucha ilusión y la afición nos anima muchísimo", dice seguro David, que junto a sus compañeros han sido recibidos en Santander por un centenar de personas a ritmo de cánticos que les han sacado una sonrisa después del maratoniano viaje.

En cualquier caso, y a pesar de "este sueño" que está resultado esta edición copera, el objetivo del equipo sigue siendo "los playoffs que nos den la posibilidad de conseguir el ascenso", cree el futbolista.