Hay un ciclismo que se mantiene, robusto y lleno de vida, impasible ante las operaciones Puerto contra el dopaje, las disputas entre la Unión Ciclista Internacional (UCI) y los organizadores de las grandes vueltas (Giro, Tour y Vuelta), el veto a corredores y la implantación de pasaportes biológicos.

Un ciclismo que entronca con la esencia del deporte como ocio, pero también como pequeña superación personal, como una pequeña dosis de aventura que reúne turismo, vacación y recreación. Y su salud es envidiable. Al menos así lo demuestra la Quebrantahuesos, la gran marcha cicloturista que cada tercer junio de año, desde hace dieciocho ediciones, toma los Pirineos con 205 kilómetros de recorrido con salida y llegada en Sabiñánigo (Huesca) y cuatro puertos por el medio.

Porque las 8.000 inscripciones para la próxima edición se cerraron en dos días y en los foros de ciclismo muchos despistados buscan una plaza con desesperación. Imposible. Este año la organización no lo permite y ha anunciado que perseguirá los intentos de "reventa".

El plazo se abrió el día 14 de febrero a las 8:40 de la mañana. "Desde el primer minuto el ritmo de inscripciones fue espectacular, y con un ritmo mantenido y constante de alrededor de cuatro inscripciones por minuto, aunque por momentos había hasta 17 inscripciones por minuto", explica Roberto Iglesias, presidente de la Peña Ciclista Edelweiss, la misma que organiza la Quebrantahuesos.

A las 22:30 del sábado, se habían completado las 8.000 inscripciones disponibles. Un cierre en tan sólo 49 horas y cuando aún restan cuatro meses para que llegue el 21 de junio. Como los grandes conciertos. Como los clásicos entre Barcelona y Madrid (o viceversa). Una demanda sin precedentes.

"El año pasado para completar 7.500 inscritos fueron necesarios 55 días. Hace tres años no se superaron los 5.600 inscritos", explica Iglesias. En 2008, la Quebrantahuesos ha entrado en una espiral de misticismo. Su posición en el calendario, su calendario, su organización,... Son muchos los factores que han convertido esta marcha en una referencia que, de hecho, está entre las ocho pruebas que componen la UCI Golden Bike, un circuito de cicloturismo impulsado por el máximo organismo ciclista.

Lo seguro es el 21 de junio habrá mil historias de esfuerzos, pájaras y pedaladas en cuatro de los puertos más renombrados del Pirineo: Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca.