El Príncipe rechazó levantar la Copa de la UEFA por respeto al Espanyol

  • Se lo ofreció el presidente del Sevilla, José María del Nido, en el palco de Hampden Park.
  • Don Felipe tuvo el detalle de rehusar como señal de respeto al otro equipo español.
  • El Príncipe presidió el palco, junto a la ministra de Educación y el secretario de Estado para el Deporte.
  • También estaban los presidentes de Cataluña y Andalucía, José Montilla y Manuel Chaves.
El principe Felipe saluda al defensa serbio del Sevilla, Ivica Dragutinovic (d), acompañado del presidente sevillista, Jose Maria del Nido. (EFE).
El principe Felipe saluda al defensa serbio del Sevilla, Ivica Dragutinovic (d), acompañado del presidente sevillista, Jose Maria del Nido. (EFE).
EFE
El principe Felipe saluda al defensa serbio del Sevilla, Ivica Dragutinovic (d), acompañado del presidente sevillista, Jose Maria del Nido. (EFE).

Fiel a su costumbre, la Casa Real apoyó al deporte español, esta vez con la presencia del Príncipe Felipe.

En esta ocasión, Don Felipe tenía que ser más imparcial que nadie: él representa a todos los españoles y, al contrario que los miles de seguidores que había en el estadio de Hampden Park, él no podía tomar partido por ninguno de los dos. Y el príncipe estuvo a la altura que demanda su cargo

En el anecdotario de la final española de la UEFA, quedará para la posteridad el bonito gesto que tuvo con la afición del Espanyol.

José María del Nido, el presidente del Sevilla, le ofreció levantar la copa de la UEFA en el palco.

Con una sonrisa en los labios, Don Felipe señaló a los jugadores del Espanyol y le dijo que no con el dedo.

En ese momento Luis García lloraba desconsoladamente en el campo. Cuando se enteró de lo que había hecho el príncipe, Luis García agradeció el gesto: "Eso dice mucho de su persona".

El palco

La final de la UEFA congregó en el palco altas personalidades. Ahí se vivió otro partido aunque sin balón por medio.

Obligados por el protocolo, los 'vips' guardaban la compostura en el palco del estadio. Algunos con más éxito que otros. El presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, un manojo de nervios, tecleaba en su móvil. Nada de tabaco, la ley escocesa es tajante. Su homólogo sevillista, José María del Nido, parecía más concentrado incluso que sus jugadores. Porte erguido, mirada perdida.

El Príncipe de Asturias presidió el palco, junto a la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky y los presidentes de Cataluña y Andalucía, José Montilla y Manuel Chaves. Compañeros de partido, rivales por un día, aunque quizá con la mente en las elecciones autonómicas.

En las gradas

En las gradas estuvieron, por el lado hispalense, el humorista de los Morancos César Cadaval y, por el de los periquitos, el también cómico José Corbacho, quien iba con la cara pintada y un jersey a rayas horizontales blanquiazules. También asistió el seleccionador nacional, Luis Aragonés.

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