Deportivamente, Rijkaard cuenta con más posibilidades que el año pasado y su equipo con toda la experiencia acumulada de aquella noche.

Por ejemplo, el técnico del Barca podrá contar con Leo Messi, que el año pasado apenas se entrenaba con la primera plantilla, y también con el mexicano Rafael Márquez, fundamental en el juego defensivo del equipo y que no pudo jugar por lesión en Londres.

Consciente de la importancia de controlar el juego en el centro del campo, Rijkaard tiene pensado alinear a un equipo con un perfil defensivo y la aportación de un tridente ofensivo de estrellas (Ronaldinho, Eto'o, Messi) más Deco. La principal duda estriba en si finalmente Thiago Motta, que jugó unos minutos ante el Betis, pero ha estado ausente un mes y medio sin jugar, tiene el ritmo de partido necesario para afrontar un compromiso de este calibre.

En defensa no hay dudas. Puyol y Márquez son fijos en el eje. Van Bronckhorst tiene más opciones que Sylvinho en el lateral izquierdo y Oleguer es el elegido como lateral derecho en lugar de Belletti.

El Chelsea, un equipo sobrado de confianza y que derrocha efectividad, tiene en mente el reciente varapalo sufrido en la "Premier" ante el Middlesbrough, un equipo inferior al plantel de Stamford Bridge, que humilló a los Londres con un inesperado 3-0, y que dejó en evidencia a su entrenador, el provocador José Mourinho.

Una de las nuevas bazas del entrenador portugués y por tanto ausente en la pasada temporada es el atacante inglés Shaun Wright-Phillips, un hombre que ha demostrado su habilidad en las jugadas a la contra.

El portugués Nuno Ricardo Oliveira Ribeiro 'Maniche', una de las nuevas adquisiciones de Mourinho, podría jugar en lugar de Michael Essien, sancionado con dos partidos. Mourinho tendrá que decidir si se decanta por el marfileño Didier Drogba, de vuelta ya de la Copa de las Naciones de Africa y evaluará el estado de Makelele, tras la baja por lesión del jugador.

El Villarreal, a por todas

El Glasgow Rangers pondrá a prueba la efectividad en la Liga de Campeones del Villarreal, que afronta en Ibrox Park el partido más importante de su historia según palabras de su técnico, Manuel Pellegrini, frente un rival en horas bajas.

Los españoles están a un paso de agrandar la leyenda en su debut en la máxima competición continental ante un rival en horas bajas, sin opciones en la liga, eliminado de la Copa y con un técnico en entredicho, Alex McLeish, que tratará de aferrarse a la "Champions" para salvar la temporada.

El Villarreal llega a este envite en buenas condiciones y con la moral alta, ya que tras un mes bastante complicado por las lesiones y los malos resultados el equipo ha superado el bache y ha recuperado a jugadores tan importante como Juan Román Riquelme o Juan Pablo Sorín.

Pellegrini, que ha incluido en la convocatoria aunque no lo alineará al delantero mexicano Guille Franco, fichado en diciembre, sólo tiene las bajas del lesionado Quique Alvarez y del lateral Jose Miguel Sánchez 'Josemi', que no puede jugar la competición europea porque ya lo hizo con el Liverpool, su club de procedencia.

Los partidos Ajax-Inter y Bremen-Juventus cierran los octavos.