El fallecimiento de Antonio Puerta no es un caso aislado en el mundo del deporte ni mucho menos. Curiosamente, a Pedro Berruezo , otro futbolista del Sevilla, le sucedió algo similar en un partido en el estadio pontevedrés de Pasarón.

Sin embargo, en los último años el mundo del deporte ha sido víctima de numerosos casos. Quizá, el más llamativo fue el del jugador húngaro del Benfica Miklos Feher, de 24 años, el 25 de enero de 2004.

El conjunto también entonces dirigido por el español José Antonio Camacho jugaba ante el Vitoria Guimaraes y Feher vió una tarjamarilla que recibió con una sonrisa en el tiempo de descuento. Entonces, inclinó el cuerpo y cayó inconsciente al suelo.

Instantáneamente fue trasladado al Hospital de Guimaraes donde falleció a causa de un tromboembolismo pulmonar.

Foé se desplomó en un Camerún-Colombia

Otro caso es el del camerunés Foé, que se desplomó durante la disputa de la Copa Confederaciones en Lyon, el 26 de junio del 2003 en una de las semifinales entre Camerún y Colombia.

El brasileño Serginho del Sao Caetano de también murió en un campo de juego a los 30 años por causas similares.

El ciclismo también tiene muchos precedentes. El más relevante fue el que se produjo en 1965 cuando el británico Tom Simpson falleció de forma fulminante en el Tour de Francia cuando ascendía el Mont Ventoux. Simpson sufrió un ataque al corazón como consecuencia de las sustancias dopantes que había tomado horas antes.

En 2003, fallecieron el ciclista italiano Denis Zanette y el francés Fabrice Salanson.

También el jugador de baloncesto Ramona Jumikis perdió la consciencia en plena pista y falleció.