Apellidándose Margets, familia tenística donde las haya en España, Leo (Barcelona, 25 años) tenía casi imposible no decantarse por el deporte. Primero, obvio, fue la raqueta, estando a punto de dar el paso al profesionalismo. "Se me daba muy bien, pero al final no tuve continuidad".

Después, se decidió por el atletismo y la natación, donde no lo ha hecho nada mal. Ha corrido ya tres maratones, situándose en la frontera de la tres horas y con el objetivo de bajar ese límite muy pronto, quizás en el próximo maratón de Berlín, escenario perfecto para los récords en la prueba de los 42 kilómetros y pico.

"No hay día que no salga a correr y el próximo reto es hacer un triatlón", asegura Leo Margets, una deportista amante de los retos cuya vida cambió hace apenas tres años, momento en el que el póker se cruzó en su vida, para no marcharse ya.

Las parejas, tríos o escaleras se le dieron bien y en apenas dos años, Leo Margets se ha convertido en una de las mejores jugadoras de España, ya con su club de fans en Facebook y atrayendo el patrocinio de una de las casas de apuestas más importantes en el mundo del póker, 888.com.

Y de su mano hizo realidad un sueño: viajar a las Vegas para competir en el Campeonato mundial femenino de póker, donde se midió a las 1000 mejores jugadores del mundo. "El póker es como la vida. Puedes tener malas cartas y jugarlas bien, pues tener una gran vida y no saber jugarla".

"Para mí el póker es también un deporte porque requiere una preparación física tremenda, muchos entrenamientos y una dedicación total. Es como el ajedrez", dice Leo, que en Las Vegas realizó una formidable actuación, eliminada en la mesa donde estaba la posterior ganadora.

Ahora, de vuelta a España, sigue sus entrenamientos para el próximo maratón o triatlón a la vista, sus partidas por la red cada jueves por la noche y terminar de perfilar un sueño: escribir una novela.