El resurgimiento de Raúl, a sus 30 años, parece contagioso: en la lista de los máximos goleadores de las principales ligas europeas abundan los jugadores nacidos en la década de los 70.

En España está Raúl, pero en Italia encontramos a David Trezeguet, de 30 años, como máximo goleador del calcio; en Alemania es otro treintañero, Luca Toni, el que más goles marca; en Inglaterra Benjani, jugador del Portsmouth de 30 años, también lidera la clasificación de máximos artilleros junto Cristiano Ronaldo, Keane y Adebayor y en Alemania Klose, de 29, comparte el pichichi con Van der Vaart.

¿No se suponía que a los treinta años los delanteros comienzan su cuesta abajo? Una de las leyes no escritas del fútbol siempre ha sotenido que a medida que los delanteros cumplían años retrasaban cada vez más su posición, para disimular sus carencias. Pero esto parece haber cambiado.

El mejor momento

"Si te cuidas, si te alimentas bien, si descansas...todo suma", afirmaba Raúl el pasado martes en rueda de prensa para explicar su gran rendimiento. No sólo es eso: los métodos de entrenamiento han cambiado en los últimos años, lo que permite extender la edad laboral del futbolista. Ahora los entrenamientos son más personalizados, se hacen tablas nutricionales en función de las necesidades físicas de cada jugador y se recurre a la ciencia: cámaras de hipoxia , baños de contraste, etc...

El preparador físico del Real Madrid, Walter di Salvo, conocido en toda Europa por sus métodos científicos y uno de los artífices de la recuperación Raúl, explica en el diario El País que los 30 no es una edad de viejos, muy al contrario: "Entre los 27 y los 32 años se llega al mejor momento, al momento óptimo, en términos de una buena conexión entre el aspecto físico, todavía muy bueno, y la experiencia. Eso ocurre especialmente en los delanteros".