Picados por el deporte

Dicen los deportistas que los piques, rencillas y rifirrafes forman parte del juego, del espectáculo, que se deben quedar ahí.
Pero hay ocasiones en las que no se olvida.
Karpov-Kasparov: En 1984 se enfrentaron por el título mundial de ajedrez. Después de 48 partidas y seis meses, la Federación Internacional de Ajedrez anuló el duelo y Karpov conservó el título.

Aíto Gª Reneses-Maljkovic: Maljkovic llegó en 1990 al Barcelona de baloncesto. El serbio, tras una temporada y 14 partidos, abandonó presionado por Aíto.

Almudena Cid-Colino: La vitoriana fue a Atenas 2004 en detrimento de la alicantina tras una decisión polémica de la Federación.

Mourinho-Rijkaard: El técnico portugués acusó a  Rijkaard de visitar al árbitro del Barça-Chelsea, Anders Frisk, en el descanso. El colegiado recibió amenazas de aficionados ingleses y la UEFA sancionó a Mourinho. Rijkaard aplaudió la decisión.

Tyson-Holyfield: En  1997, Tyson, en vez de boxear, arrancó de un mordisco parte de la oreja de Holyfield.

Menotti-Bilardo: Los dos entrenadores se profesan un odio mutuo por entender el fútbol de manera distinta.

Alonso-Ralf Schumacher: En 2004, el alemán echó de la pista al español en el túnel del GP de Montecarlo de automovilismo.

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