Inmaculada Pereiro (Bilbao, 26 de octubre de 1972) es fisioterapeuta en un colegio de educación especial en Cantabria. Víctor Lobo (Zaragoza, 19 de noviembre de 1979) trabaja como inspector técnico en una empresa zaragozana que fabrica cuadros eléctricos para barcos.

Dos currantes,sí, pero especiales: pueden presumir de ser tetracampeones de España de triatlón de invierno, una variedad que combina esquí de fondo (10 km), bicicleta de montaña (10 km) y carrera a pie (5 km). Todo, claro, sobre la nieve.

Inmaculada vención en 2002, 2005, 2006 y en 2008. Víctor lleva dominando sin interrupción desde 2004. La falta de nieve, eso sí, obligó a la suspensión del campeonato, que se organiza desde 2000, en 2007. "La gente conoce poco esta disciplina -se lamenta Pereiro-, aunque les parece atractiva. Pero es porque lo ven como algo de aventura, no como un deporte en sí". ¿El patito feo del triatlón? "Más o menos", se ríe Lobo.

Currantes y campeones

Los dos, y como ellos la gran mayoría, no son profesionales. Se deben a un trabajo, a una familia. A una vida. Por eso entrenarse con regularidad es más meritorio. "Me preparo lo que se puede. Intento tener constancia y salir a correr todos los días una hora o una hora y media... Pero hay días en los que no hay tiempo", señala Lobo. ¿Y la nieve? "Pues practico sólo algunos fines de semana; lo que hago es salir con un roller esquí -esquí con ruedas, como patines-", añade. "Me voy a Somport unos días, diez al año como mucho. La técnica es muy importante en el esquí. Si la tienes, esquías bien", explica Pereiro.

La clave, explica Pereiro, es combinar el trabajo: "Un deporte como el triatlón te exige combinar dos deportes, mínimo, cada día. Entre semana nado y corro y la bici la dejo para los fines de semana... Entrenas mucho y casi te obsesionas -ríe-, porque si haces cuatro horas de bici, llegas a casa y piensas... por qué no salir a correr esta tarde. Los triatletas estamos sobreentrenados". Un esfuerzo agradecido, y no sólo por los títulos. "He crecido como persona, porque este deporte me ha ayudado a conocer mis límites, pero también me hace salir de mi comodidad diaria", confiesa Pereiro.

De todas las pruebas, la más compleja es la carrera y la más técnica, la bici, "especialmente si hay nieve blanda -explica Lobo-. La carrera es una cuestión de fuerza. Se sufre mucho. Es muy agobiante correr en la nieve". Las distancias, además, no son fijas. Dependen de las condiciones de la nieve. Y en España, con respecto a Europa, cada segmento es algo más corto.