La violenta pelea que protagonizaron en el entrenamiento los jugadores de la Real Sociedad Juanito y Fabiano Rossato, que terminó con este último en el quirófano, tendrá consecuencias porque el club ha decidió abrir un expediente para depurar posibles responsabilidades.

En el incidente entre los dos compañeros, Rossato fue el peor parado, ya que tuvo que ser intervenido en un centro hospitalario de la capital guipuzcoana tras sufrir un hundimiento del arco cigomático, es decir el pómulo de la cara, y estará cerca de un mes de baja por esta lesión.

El club calificó, en una nota hecha pública a través de su página web, de "inadmisibles" los hechos que se produjeron en el entrenamiento de la mañana del equipo y adelantó que una vez cumplimentado el expediente se aplicará el reglamento interno del club para sancionar la grave conducta de los dos jugadores de la plantilla.

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"A veces se nos va la cabeza"

Juanito se disculpó ante la prensa. "Ha sido un episodio lamentable. A veces se nos va la cabeza, es una calentura que te entra de repente sobre el campo y luego te avergüenzas hasta de ti mismo", aseguró el jugador, visiblemente afectado.

"Yo he metido la gamba y todo el mundo se merece una disculpa por la imagen que hemos dado", afirmó Juanito, quien anunció que hablará con su compañero porque aún no lo había podido hacer. Rossato tuvo que ir con urgencia para realizarse las pruebas por su lesión.

"Siempre hay gente con la que hablas más y otra con la que tienes menos trato, pero precisamente con Rossato me llevo bien. Son cosas que pasan en el momento. Luego te arrepientes pero cuando te das cuenta ya es tarde", aseguró.

El futbolista malagueño negó insistentemente que su pelea fuera fruto de algún mal ambiente en el vestuario. "Nunca he visto un vestuario tan bueno como éste, ni creo que me encuentre uno mejor. Cuando vine este año que había habido varios cambios y venía más gente de fuera pensaba que igual la cosa podría ser distinta, pero juro por mi hija que nunca me he encontrado tan buen ambiente", afirmó.