El italiano Mattia Pasini (Aprilia) ganó con autoridad el Gran Premio de San Marino de 125 c.c. que se disputó en el circuito de Misano Adriático y en el que merced a la segunda plaza conseguida el húngaro Gabor Talmacsi (Aprilia), le arrebató el liderato del mundial al español Héctor Faubel (Aprilia), quien sufrió una caída a dos vueltas del final.

Pasini, que había conseguido el tercer mejor tiempo de entrenamientos, salió como un disparo y ya desde el primer giro comenzó a mandar al frente de la carrera, si bien tras su estela se fueron todos los que iban a ser los protagonistas de la misma, con mención especial al español Héctor Faubel, a su rival Gabor Talmacsi, que se jugaban algo más que el triunfo, y a otros dos españoles, Sergio Gadea (Aprilia) y Pol Espargaró (Aprilia), quienes a pesar de salir bastante retrasados supieron ganar posiciones para acabar muy bien colocados.

Fue en el octavo giro cuando Matti Pasini decidió dar un ritmo distinto a la carrera y tras pasar a Héctor Faubel y Simone Corsi, que iban por delante de él, se marchó en apenas un par de giros en pos de su tercera victoria de la temporada, mientras otros cuatro pilotos se peleaban por la segunda posición, los citados Corsi, Faubel y Talmacsi, además del checo Lukas Pesek (Derbi), que fue el primero en caerse, literalmente, del grupo.

Con sendas vueltas rápidas en el octavo y noveno giro, Mattia Pasini abrió un hueco insalvable sobre sus rivales, entre los que una vuelta después abandonó el español Pablo Nieto (Aprilia), que ha pasado completamente desapercibido en San Marino.

Así, en el vigésimo primer giro se cayó el primero de los protagonistas, Lukas Pesek, que a punto estuvo de llevarse por delante al japonés. Por entonces, Pasini marchaba destacado y el grupo perseguidor lo encabezaba Corsi, pero una vuelta después fue Héctor Faubel el que pasó a tomar la iniciativa, pero Corsi lo doblegó y Talmacsi intentó hacer lo propio y ahí fue en donde se produjo la tragedia.

Tanto Corsi como Faubel intentaron continuar y si en el caso del primero resultó imposible, para el segundo no, pero tampoco sirvió de mucho, pues la decimoséptima posición no le permitió sumar ni un solo punto y ahora es segundo en el mundial con una desventaja de diez puntos, que era la que antes tenía él frente al húngaro.

De esa debacle los beneficiados fueron Tomoyoshi Koyama, que acabó tercero, mientras que Sergio Gadea (Aprilia) acabó en una meritoria cuarta plaza, justo por delante del joven Pol Espargaró y con Esteve Rabat (Honda) y Joan Olivé (Aprilia) también en los puntos al concluir undécimo y duodécimo, respectivamente.