El de Guadix, que con este triunfo también revalidó su victoria en el circuito mundial de marcha, no dio opción a sus rivales en ningún momento, con un endiablado ritmo de 3:53 minutos el kilómetro que tan sólo pudo seguir el australiano Nathan Deakes.

No obstante, la resistencia del marchador de las antípodas tan sólo duro seis kilómetros, pues un nuevo acelerón del granadino descolgó al australiano, que en apenas 1.000 metros pasó de estar a ocho segundos de Paquillo a unos ya casi insalvables catorce.

Mucho más lejos circulaba el gran favorito, el tres veces campeón de la Copa del Mundo y plusmarquista mundial, el ecuatoriano Jefferson Pérez, que encabezaba, junto al tunecino Hatem Ghoula, un pelotón de favoritos cada vez más reducido.

La ventaja de Paquillo Fernández sobre el marchador ecuatoriano mediada la carrera era ya de cuarenta y dos segundos, tras marcar el español un crono de 38.52 minutos en los diez primeros kilómetros de la prueba.

Los fantasmas de París

La única duda que se cernía sobre el triunfo del pupilo de Robert Korzeniowski, que hasta hoy nunca había logrado el oro en la Copa del Mundo, era el recuerdo del Mundial de París 2003.

En la capital francesa al igual que ocurrió hoy en La Coruña el español protagonizó un fulgurante arranque, que le llevó a liderar en solitario la prueba hasta el kilómetros dieciséis, momento en el que comenzó a perder cada vez más y más fuelle, hasta ceder el triunfo a Jefferson Pérez.