10 directores a los que les gusta ser malos

Aquí os dejamos con la prestigiosa lista de cineastas que gozan sacando su lado más maligno en la ficción.
10 directores a los que les gusta ser malos
10 directores a los que les gusta ser malos
10 directores a los que les gusta ser malos

No son pocos los cineastas que se ha dejado seducir por el lado oscuro de la interpretación de personajes antagónicos. La atracción de la maldad dramática ha ejercido su poder sobre varios directores de todas las épocas, ya sea en filmes propios o ajenos, brindándoles así la posibilidad de exorcizar todo lo que de genio del mal y tirano furibundo tiene la vocación cinematográfica. A continuación recordamos los que nos parecen más memorables.

Werner Herzog

En: Jack Reacher (Christopher McQuarrie, 2012)

Cómo definir la elección del admirable cineasta alemán para interpretar al villano hiperbólico en esta adaptación de las novelas de Lee Child de otra forma que no sea genialidad absoluta. Una idea que le debemos a Tom Cruise, por cierto, responsable de proponer a Herzog y ofrecerle el papel. Eso sí, el remate habría sido que nunca se viera la cara del personaje, un enemigo puramente verbal al estilo del Dr. Garra de Inspector Gadget. Con la voz del director de Múnich, escalofríos asegurados.

David Cronenberg

10 directores a los que les gusta ser malos

En: Razas de noche (Clive Barker, 1990)

Las escasas incursiones actorales de David Cronenberg en películas ajenas suelen resultar como poco desconcertantes (recuerda Todo por un sueño, Al cruzar el límite o, demonios, Jason X) y, a veces, absolutamente brillantes. En esta última categoría entran su breve aparición en la serie Alias y el inolvidable psycho-killer que hizo para Clive Barker, que ya desde su aterrador aspecto icónico (el Hombre del Saco definitivo) destaca como el elemento más conseguido de una película zarandeada por sus descompensaciones.

Roman Polanski

En: Pura formalidad (Giuseppe Tornatore, 1994)

Dale a Roman Polanski una situación angustiosa y opresiva en un claustrofóbico espacio reducido y sacará lingotes de oro e incomodidad. En efecto, esa es una de sus especialidades como director, pero también lo ha practicado desde el otro lado de la cámara en esta pequeña pieza de ingenio alegórico, sudores y jaques mate verbales donde el polaco interpreta a un inspector de policía que se lo hace pasar fatal a Gérard Depardieu con un interrogatorio insuperable como juego de poder y manipulación.

John Cassavetes

The Fury (B. De Palma - 1978) Extrait por Dwiggy

En: La furia (Brian De Palma, 1978)

Ya que venimos de Polanski, lo más socorrido sería citar La semilla del diablo, pero lo cierto es que la presencia del genial director de cine independiente (que la mayoría de las veces utilizaba los trabajos como actor para financiar sus propias películas al margen de la industria) alcanza cotas todavía más malignas en el thriller telequinético de Brian De Palma. Además, como buen villano, su explosivo final (vídeo de arriba) está a la altura pirotécnica del personaje y el carrusel formal del director.

Quentin Tarantino

En: Planet Terror (Robert Rodriguez, 2007)

De hecho, la muerte de Cassavetes en La furia juega en la misma liga de finales por todo lo alto que el que tiene el soldado infectado de Tarantino en el desparrame grindhouse de su colega Rodriguez. Quizás el malo más divertido que ha disfrutado el director de Pulp Fiction, sin olvidarnos de gente tan moralmente poco recomendable como sus personajes en Abierto hasta el amanecer, Django desencadenado o, de nuevo, Alias.

Orson Welles

En: El tercer hombre (Carol Reed, 1949)

Lo cierto es que hay muchísimos personajes siniestros y de poco fiar en el currículum del director de Ciudadano Kane delante de las cámaras, más propenso a las múltiples sombras de la naturaleza humana que a sus luces. Empezando, por supuesto, por el propio Charles Foster Kane, la lista incluiría al Michael O'Hara de La dama de Shanghai y al Hank Quinlan de Sed de mal, sin meternos en Shakespeare, pero claro, se pongan como se pongan, ninguno de ellos tiene un monólogo tan genial sobre los Borgia, el Renacimiento, Suiza y los relojes de cuco. Harry Lime gana.

John Huston

En: Chinatown (Roman Polanski, 1974)

El empresario corrupto que encarnaba el legendario director de El halcón maltés y El hombre que pudo reinar es uno de los grandes detalles magistrales del sucio relato noir de Polanski. Además, Huston logra dar una profundidad y matices inesperados a su interpretación. "Claro que soy respetable: soy viejo. Los políticos, los edificios públicos y las putas se hacen respetables si duran lo suficiente".

Takeshi Kitano

En: Battle Royale (Kinji Fukasaku, 2000)

Si algo tienen en común todos los directores nombrados hasta ahora es que, caracterizados o no, una mirada enfadada suya puede fulminarte. Pero la inexpresividad facial del magnífico cineasta japonés es capaz de ser aún más aterradora. Muchos de sus propios gángsters son destilaciones de crueldad impasible difícil de cuestionar, pero el papel que hizo en la película de masacre juvenil institucionalizada, que además se llama Profesor Kitano, es fácilmente nuestro favorito. Ya sabes, en clase no se cuchichea.

Otto Preminger

En: Traidor en el infierno (Billy Wilder, 1957)

La película bélica de Billy Wilder esconde una joyita cinéfila con la presencia del autor de Laura y Anatomía de un asesinato interpretando al coronel nazi Oberst von Scherbach, director del campo de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial donde están encerrados William Holden y el resto de protagonistas. La presencia física del cineasta y su acento austro-húngaro se juntan para crear a un personaje temible.

David Trueba

En: Ilusión (Daniel Castro, 2013)

Todo hay que decirlo, quizás este papel del director madrileño no se mueva en la misma liga de malignidad de sus compañeros de reportaje, más interesados en el crimen, el asesinato o la dominación mundial. Sin embargo, la intervención de Trueba en la película de Daniel Castro como un productor auténticamente borde capaz de rechazar un proyecto tan llamado al éxito como el musical sobre los Pactos de la Moncloa que le presenta el protagonista, pulverizando así sus sueños e ilusiones, bien merecía un puesto de honor como cierre.

Más noticias de cine, próximos estrenos y series de televisión en CINEMANÍA.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento