La pala desaparece tras la quiebra de Emanbilbo

Mañana será el último festival.
Nunca un deporte había sufrido una agonía tan lenta y tan larga. La pala profesional, el único deporte autóctono vizcaíno, dirá adiós tras más de cien años de historia –data de 1904– y varias décadas de incertidumbre.

El Deportivo de Bilbao firmará el sábado el certificado de defunción de la especialidad. La empresa que ha gestionado la pala durante los últimos nueve meses, Emanbilbo, ha quebrado. El resultado, la desaparición de un deporte centenario y 27 profesionales en la calle. Antes, EuskoBasque, con Aitor Totorika, o Asegarce se hicieron cargo del deporte más difícil y desamparado de toda la pelota vasca. En el recuerdo quedarán pelotaris legendarios como Manolo Iturri y Óscar Insausti.

El peso de la herramienta, casi un kilo, de la pelota, 120 gramos, o la longitud del frontón, 56 m, han hecho a la pala un deporte difícil de jugar. También de ver. Apenas 200 aficionados acudían a los últimos festivales. El de mañana será gratis.

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