Pablo Andújar (23-01-1986, Cuenca) conquistó el pasado domingo su tercer título en el circuito ATP. Su victoria en la ciudad suiza de Gstaad ante su amigo y compañero de dobles, el argentino Juan Mónaco, llega después de dos años de sequía. Ha ascendido 36 puestos en el ranking mundial, hasta el 44º.

¿Qué se le viene a la cabeza el día después de ganar un torneo?

Que el triunfo es la guinda y la recompensa al trabajo que estoy haciendo.

¿Le ha dado tiempo a saborearlo?

Bueno, no hay mucho tiempo para disfrutar porque esta semana juego en Kitzbühel (Austria), pero lo celebré cenando con mi familia y mi novia.

Entonces, nada de vacaciones en verano, ¿no?

¡Qué va! No me tocan. Yo las tengo que coger en noviembre, que es cuando se para el circuito. Soy un privilegiado y trabajo en lo que quiero, así que no me voy a quejar.

¿Qué hay que hacer para ganar un torneo de tenis?

Trabajar mucho y tener algo de suerte porque en el tenis hay momentos y puntos clave que pueden cambiar un partido. La confianza y la concentración también son fundamentales.

¿Ha sido la mayor alegría de su carrera?

Me ha pillado de forma diferente que las anteriores. Ahora soy más maduro, lo asimilo de otra forma. Llevaba un año malo de lesiones y me emocioné.

Hasta llorar...

Sí, claro. Lloré por todo eso, porque había mucha tensión en el partido y porque ganar, alcanzar un objetivo, es algo muy bonito.

¿Es diferente jugar contra un tenista del que es amigo, como es Mónaco?

Jugamos dobles juntos, pero es algo normal que nos enfrentemos en el circuito. Somos compañeros y amigos, pero dentro de la pista es solo un rival.

¿Forma también parte del grupo, con Mónaco y Rafa Nadal, entre otros, que se juntan para jugar a la consola de videojuegos?

Yo no soy de play. Los juegos que me gustan son más tradicionales, por ejemplo, el parchís. Y me gusta llevar siempre un libro. Ahora voy a empezar El paciente, de Juan Gómez-Jurado.

¿Nadal es el mejor tenista de la historia?

Para mí, sí. Cuando haya terminado su carrera, creo que habrá superado los 17 Grand Slams de Roger Federer -por ahora, suma 14-. Estará por encima de Rod Laver, incluso.

¿Ensombrece la figura de Rafa los éxitos del resto de tenistas españoles?

Cada uno tiene su carrera y que esté él es positivo porque así se conoce mucho más el tenis. Lo que ha hecho es difícil que alguien pueda volver a repetirlo. En el aspecto negativo, que pesa menos que el positivo, sí es cierto que tapa un poco a otros tenistas y no se las tanta bola como, en mi opinión, se merecen.