Oleguer y Salva coinciden 14 minutos sobre el césped del Camp Nou

  • Ambos protagonizaron hace unos días una agria polémica con la política de fondo.
  • Se oyeron pitos en el feudo culé hacia el jugador del Levante.

Salva Ballesta, delantero del Levante, y Oleguer Presas, defensa del Barcelona, coincidieron en el césped del Camp Nou durante 14 minutos durante el partido que enfrentó a sus equipos, después de que el zaguero catalán sustituyera a Gio en el minuto 62 y Salva dejase su sitio a Reggi en el 76.

Oleguer, que disfrutó incluso de una ocasión clara de gol, disputó varios balones a Salva en la zona defensiva del Barcelona, pero no existió ningún roce entre ambos futbolistas.

Los dos jugadores fueron los protagonistas de una agria polémica extrafutbolística, cuando Salva Ballesta respondió que le merecía más respeto "una caca de perro" que la opinión política de Oleguer, quien había puesto en duda el estado de Derecho a raíz del caso de la huelga de hambre del etarra Iñaki de Juana Chaos.

El artículo de opinión de Oleguer, publicado en el diario vasco 'Berria', desencadenó un sinfín de reacciones, entre ellas, la de Kelme, la empresa de material deportivo que patrocinaba al jugador y que rescindió su contrato con Oleguer.

Preguntado sobre la cuestión en una emisora de radio, Salva respondió que le merecía más respeto una "caca de perro" que la opinión política de Oleguer. Por ello, el Barcelona solicitó al comité de Competición que abriese un expediente al jugador del Levante, petición finalmente desestimada.

Distintas maneras de entender la política

Más allá de esa polémica puntual, Oleguer y Salva representan dos maneras absolutamente opuestas de entender la política: el jugador catalán, firme defensor de la oficialidad de las selecciones catalanas, independentista y antiglobalización; el delantero del Levante, aficionado a la aviación militar, acostumbra a jugar con el lema 'Arriba España' en sus botas y ha declarado que le gustaría conocer al golpista Antonio Tejero.

Todos los condicionantes previos convertían el posible encuentro entre ambos en un momento extradeportivo, a falta de factores futbolísticos decisivos.

Pero el partido discurrió sin mayor novedad. Sólo los silbidos que la grada del Camp Nou dirigió a Salva cuando el locutor anunció su nombre y cada vez que el delantero tocaba la pelota mantuvieron ligeramente viva la polémica, que ambos jugadores han eludido desde que el Barcelona solicitó la apertura de un expediente a Salva.

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