Es, sin duda, la noticia del día en el mundo del tenis. El exnúmero uno mundial, el serbio Novak Djokovic, que pasa por una de sus peores rachas deportivas, ha caido este miércoles en su debut en el Barcelona Open BancSabadell-Trofeo Conde de Godó, ante el eslovaco Martin Klizan, por 6-2, 1-6 y 6-3, en una hora y 39 minutos de partido.

Al serbio le costó entrar en el partido y perdió el primer set en apenas media hora. Parecía que Djokovic había reaccionado en el segundo. Mucho más sólido con su servicio y castigando el revés de su adversario, se adjudicaría con facilidad la manga por 6-1 para igualar el choque.

Pero el número 12 de la ATP y sexto favorito no daría continuidad a su juego en el set definitivo. Klizan, que sacaba primero, aguantó la presión y mantuvo siempre su servicio hasta que, en el octavo juego, rompió el de Djokovic para adjudicarse el partido con su saque en el siguiente.

A sus 28 años, el eslovaco es el 140 del ranking mundial y se clasificó para el cuadro del Godó de este año en la fase previa, aunque es un asiduo del torneo barcelonés, donde ha participado en cuatro ocasiones y del que llegó a ser semifinalista en 2015. Djokovic, en cambio, sigue sin saber lo que es ganar en Barcelona pues, en 2006, en su otra participación en la capital catalana también cayó en su debut ante Daniel Gimeno Traver.

En la presente temporada, el balcánico tan sólo ha disputado cuatro torneos con un balance de cuatro victorias y otras tantas derrotas, la última esta misma semana en Montecarlo frente al austriaco Dominic Thiem.