«Cada piloto tiene su personalidad y es verdad que por su envergadura sobre la moto recuerda a Dani. Marc tiene un talento innato y una enorme calidad. Además, tiene claro que quiere ser profesional», asegura a 20 minutos Emilio Alzamora,  ex campeón mundial de 125 cc en 1999 y mentor del piloto.

Alzamora lleva formando a Marc desde los once años en el equipo Monlau Competición y lo define como «un chico introvertido que va al colegio (3.º ESO) e intenta no ser diferente al resto». Para el ex campeón mundial, «el objetivo de Marc esta temporada es ir cogiendo el ritmo del mundial  e ir habituándose al rol  de un piloto profesional».

Su debut se hará esperar

De momento, las cosas no le  están saliendo al leridano como esperaba. El pasado 20 de febrero sufrió una caída durante unos entrenamientos en el circuito de Jerez y se fracturó el cúbito y el radio de su muñeca derecha, lo que le impedirá debutar en el arranque del mundial, el próximo 9 de marzo, en el GP de Qatar. Así, Marc, intervenido con éxito en Barcelona por el cirujano Xavier Mir, tendrá que esperar a finales de marzo para volver a rodar.

Lleva un lastre de 15 kilos

Se da la circunstancia de que Marc Márquez, a consecuencia de su pequeña estatura (150 cm) y su peso (43 kilos), debe llevar un lastre de 15 kilos a base de placas de plomo en su moto para llegar a los 136 que como mínimo debe pesar el conjunto moto-piloto que exige la categoría de 125 cc para poder competir. «Según las pruebas óseas que le han realizado los médicos, Marc llegará a medir entre 170 y 175 cm», explica Alzamora, quien añade que su joven pupilo sigue ahora una dieta para engordar: «Hace cinco comidas al día y se toma unos batidos de proteínas de litro y medio. La idea es que se nutra bien y gane un poco más de peso».

Alzamora considera que «esta circunstancia es un gran handicap porque dificulta su pilotaje natural».  Pese a las dificultades, Marc mejora año tras año y sólo en 2007 ganó ocho kilos: pasó de 35 a sus actuales 43.