Sin embargo, ayer, en su estreno en la Copa Másters de Shanghai (China), justo después de que Federer recibiera su trofeo como número uno por tercer año consecutivo, el manacorí volvió a caer (6-4 y 7-6) ante su particular bestia negra, el estadounidense James Blake, que le ha ganado cada una de las tres veces que se han enfrentado.

Oportunidades perdidas

Nadal no achacó la decepción a que no juega desde el Másters de Madrid ni a su reciente lesión en los abdominales. El manacorí, que tuvo sus opciones de llevarse los dos sets –ganaba en el primero por 4-3 y en el segundo por 4-0–, reconoció que «me faltó confianza en los momentos clave, pero en ningún momento me sentí abrumado». El dato preocupante fue que perdió el tie break –muerte súbita– del último set por un inquietante 7 a 0.

En el otro choque del grupo oro, Tommy Robredo no pudo doblegar la resistencia de Nikolay Davydenko y también perdió (7-6, 3-6 y 6-1). Los españoles se jugarán ahora gran parte de sus posibilidades de pasar a semifinales en el duelo fratricida que los enfrentará mañana.

Ha sido el partido que más cerca he estado de ganar a Blake. He jugado de tú a tú contra él.

Cuando juegas con gente tan buena, si no aprovechas las oportunidades, luego lo pagas.