El piloto español Nani Roma (Mini) dejó este miércoles el hospital de Lima en el que se encontraba ingresado tras el accidente que sufrió el pasado lunes en el rally Dakar. Lo hizo en buenas condiciones físicas pero "cabreado" y "fastidiado" por tener que dejar una carrera "dura".

Roma confesó entre bromas su molestia por tener que regresar a España antes de lo previsto tras el accidente y "justo cuando uno se siente mejor", si bien apuntó que "no se puede cambiar lo que pasó" y se mostró resignado a tener que regresar el año próximo.

El piloto resaltó además el "fastidio" de regresar a casa justo en un año en el que el Dakar está volviendo a ser una carrera dura, "de puro rally raid", del tipo que a él le "funciona".

"Sí está siendo duro y está habiendo muchos abandonos. Y es que se nos había olvidado que el Dakar es duro. Hubo últimamente carreras más fáciles, pero esta está siendo una carrera de verdad. Antes era así, en África pasaba que la mitad se quedaba fuera de la carrera", afirmó el piloto.

Roma apuntó que tras las cinco jornadas de la competencia de 2018 que se llevan disputadas en territorio peruano, esta dureza y vuelta a los orígenes está afectando más a los pilotos que vienen del Mundial de Rallies, que son más rápidos y ganan "cuando hay conducción pura", y no en esta ocasión cuando se requiere "otra forma de conducir".

El piloto afirmó que regresará a España entre el jueves y el viernes, "tan pronto como consiga billete", para "descansar" y olvidarse de la carrera.

Roma fue ingresado el lunes en una clínica de Lima para realizarse exámenes y descartar cualquier problema tras el accidente que sufrió cuando apenas le restaban 500 metros para concluir el tramo cronometrado de 296 kilómetros que tenía la tercera etapa del Dakar, corrida entre las ciudades peruanas de Pisco y San Juan de Marcona.

El coche atravesó una zanja que no estaba aparentemente señalada en el libro de ruta cuando iba a una velocidad elevada por la pendiente de una duna, lo que provocó que diera varias vueltas de campana.