Rafa Nadal: "Soy mejor tenista, pero no puedo correr"

  • El manacorí se sincera en una entrevista al diario El País.
  • Admite sus problemas físicos y adapta su juego a ellos.
  • Se siente "maltratado" por las preguntas sobre el dopaje.
Rafael Nadal reacciona al perder un punto frente al número uno, el suizo Roger Federer. EFE
Rafael Nadal reacciona al perder un punto frente al número uno, el suizo Roger Federer. EFE
20MINUTOS.ES/Agencias
Rafael Nadal reacciona al perder un punto frente al número uno, el suizo Roger Federer. EFE

Rafael Nadal, número dos del mundo, ha terminado una dura temporada y hace balance de ella en una entrevista que condece al diario El País.

No pone excusas a pesar de haber jugado todo el año con problemas y sin preparase el fondo físico: "No lo he dicho nunca porque suena a excusa. No me gusta hablar de lesiones. Preparo el físico cada día, pero no puedo correr. Ahora, en la pretemporada, lo voy a intentar. Desde mi problema en un pie en 2005, tengo mucho cuidado y evito correr. Eso se nota. Tengo que coger el físico a medida que voy jugando partidos y me cuesta porque no tengo una base".

Su forma de contrarrestar ésto es hacer deportes alternativos: "Nado, corro dentro de la piscina para coger fondo, hago remo, bicicleta, la máquina elíptica... Por experiencia, sé que no es lo mismo que correr. No te da la misma confianza. Es duro".

Te dices: ´¡Qué putada! Si pudiera estar tan bien físicamente como en 2005, ¡con lo mejor tenista que soy ahora!

Además, ya no hace el contraataque que le dio la fama: "Es cuestión de atreverse a apoyar. Siempre lograba una bola muy alta, muy larga, que era la mejor que tenía. Inconscientemente, mi juego se ha ido adaptando a esos problemillas. Ahora no lo hago de forma tan agresiva, sino con pasitos más cortos, intentando no forzar tanto. A veces es un obstáculo. Psicológicamente te quedas chafado. Te dices: ´¡Qué putada! Si pudiera estar tan bien físicamente como en 2005, ¡con lo mejor tenista que soy ahora!´".

El de Manacor cuenta su experiencia tras perder la final de Wimbledon ante Federer: "Aguanté la ceremonia bien, entero, para no actuar como un niñato. Cuando llegué a los vestuarios, me senté y, como es normal tras perder la final del torneo que más ilusión me hace, contra el número uno y con muchas oportunidades, me puse a llorar de rabia, de tristeza. Ha sido el único partido del año en el que he llorado y de los pocos que lo he hecho en mi vida. Fue muy igualado. Estuve 20 ó 25 minutos chafado. Cuando empezó a venir gente, me senté en una bañera. Me venían a animar. Les daba las gracias y les pedía que me dejaran solo. No me gusta que me vean llorar".

Se siente "maltratado"

Sobre el dopaje opina lo siguiente: "No me siento más perseguido, pero sí maltratado. Muchas cosas me parecen ridículas. Cuando acabé el partido con Ferrer, tuve que estar hasta las 12 de la noche porque no me salía el pipí. Comí en el suelo".

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