Nadal se proclama campeón en Indian Wells tras una remontada espectacular frente a Del Potro

  • Supera al argentino por 4-6, 6-3 y 6-4 en dos horas y 29 minutos.
  • Es el título número 53 para el español y su Masters número 22, cifra récord.
  • Con esta victoria, la número 600 de su carrera, recupera el número 4 del mundo.
  • "Es una de las victorias más emocionantes de mi carrera", ha dicho.
  • "El consejo de los médicos después de siete meses sin competir es que descanse bien para lo que viene".
Nadal muerde su trofeo tras proclamarse campeón en Indian Wells, el 17 de marzo de 2013.
Nadal muerde su trofeo tras proclamarse campeón en Indian Wells, el 17 de marzo de 2013.
Nadal muerde su trofeo tras proclamarse campeón en Indian Wells, el 17 de marzo de 2013.

Rafa Nadal , en una demostración heroica de sus facultades frente a un inmenso rival,  se proclamó este domingo campeón en Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, al superar al argentino Juan Martín del Potro por 4-6, 6-3 y 6-4 en dos horas y 29 minutos.

Es la tercera corona del mallorquín en el desierto californiano tras los títulos obtenidos en 2007 y 2009. Se lleva un premio en metálico de un millón de dólares y 1.000 puntos del circuito ATP. Es el título número 53 para el español y su Masters número 22, cifra récord.

Nadal -que disputaba su primera final sobre cemento desde el Abierto de Australia de 2012- y del Potro han disputado once partidos hasta ahora, con ocho victorias para el español -incluidos sus últimos cuatro enfrentamientos directos-. La última victoria del de Tandil sobre el balear fue en el Abierto de Estados Unidos, en 2009.

Esta victoria es la número 600 de su carrera, y tras ella Nadal recupera el número 4 del mundo, lleva 14 victorias seguidas en las últimas semanas tras haber permanecido siete meses fuera de las pistas por una rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y el síndrome de Hoffa -una inflamación de la zona de tejido graso que se extiende por debajo del tendón rotuliano- que padece.

El español consiguió una remontada espectacular sobre el argentino, demostrando una vez más, que está recuperado de la lesión que lo apartó durante meses del circuito de la ATP.

El ex-número 1 del mundo ha conseguido tres títulos desde su recuperación: además del de esta noche, ganó el ATP de Acapulco y el Brasil Open. La única final que Nadal no ganó tras su vuelta fue en el primer torneo del año, el ATP de Viña del Mar, cuando fue derrotado por el argentino Horacio Zeballos.

"Es una de las victorias más emocionantes de mi carrera"

Nadal se ha mostrado eufórico y ha asegurado que se trata de una de las "las victorias más emocionantes" de su carrera.

"No sabía si podía llegar hasta aquí y ha sido una sorpresa mayúscula. Las primeras dos semanas fueron muy duras pero a partir de Acapulco la rodilla me ha dado una tregua. Si me dicen hace tres semanas que iba a poder moverme como he hecho hoy hubiera pensado que era una locura. Todo ha ido a mejor y estoy muy feliz. Es una de las victorias más emocionantes de mi carrera por lo que significa y por de dónde vengo", señaló en declaraciones a Teledeporte.

A continuación, un emocionado Nadal agradeció todo el apoyo recibido. "El apoyo ha sido impresionante así que muchas gracias a todos por que me han dado mucha energía positiva e ilusión por seguir", apuntó.

En cuanto a la final ante Del Potro, donde el español tuvo que remontar un set en contra, Nadal reconoció que el título se le pudo escapar. "La mentalidad la he trabajado desde pequeño. Te la inculcan desde pequeño. Por suerte tuve a mi lado a la persona más importante en mi carrera, mi tío Toni, que me exigió en cada entrenamiento el máximo. El trabajo a nivel de mentalidad está hecho desde pequeño", indicó.

"Ha habido puntos de inflexión en el partido. He comenzado jugando bien, sin cometer errores y después me he precipitado. Por suerte hice un 'break' y me di cuenta de que tenía que cambiar, ir con un poco más de pausa, cometiendo menos errores. Me di cuenta a tiempo pero podía haber perdido el partido sin ningún problema", añadió.

Por último, el tenista español, que este lunes recuperará el número cuatro del mundo, se refirió al reciente anunció de su baja en el Masters 1.000 de Miami. "Desde que he vuelto no no me hubiera podido imaginar jugar todos los partidos posibles en los cuatro torneos. El consejo de los médicos después de siete meses sin competir es que descanse bien para lo que viene. Es un torneo que me encanta y lo siento por Miami. Voy a disfrutar de lo ocurrido y a trabajar para llegar al 100% a Montecarlo", finalizó.

Del Potro, gigante

Nadal fue un huracán en el desierto californiano al comienzo del partido. Con la ayuda de una rápida rotura de saque se colocó con 0-3 a su favor. Parecía que se comía el mundo. Desplazaba al de Tandil de un lado al otro de la pista y ejercía un dominio abrumador que le llevó a disponer de dos bolas de "break" para poner el 0-4.

Entonces, justo cuando se rompía el set, apareció la mejor versión de Del Potro. La misma que le dio la vuelta al partido un día antes frente a Djokovic tras ir abajo 0-3 en el set decisivo. El cansancio no le afectaba. Daban igual las casi 3 horas de choque frente a Djokovic y la remontada contra Andy Murray.

Su reacción coincidió con un exceso de relajación del mallorquín y el argentino, tras igualar el duelo (3-3) y ceder el siguiente juego, se mostró completamente desbocado y se llevó el primer set tras 51 minutos arriesgando con un punto en la red.

Las estadísticas favorecían al jugador entrenado por Franco Davin. En nueve de los diez partidos anteriores que disputaron ambos, el ganador fue quien se llevó esa primera manga.

Pero el juego de Nadal no entiende de números. La situación se complicaba con el "break" de Del Potro al arrancar la segunda manga, que se unía a los fallos del balear, incapaz de contrarrestar la variedad de golpes del argentino, jugando a un nivel brutal. Llegó un momento en el que, ante un punto celestial de su rival, el mallorquín extendió los brazos, miró al cielo y parecía preguntarse: "¿Qué más le va a salir?".

Y llegó el tiempo de su magnífica reacción. Igualó el envite (3-3), defendió su servicio y una nueva rotura de saque le colocó con 5-3. Fue el momento de inflexión del partido. La tendencia había cambiado y el de Manacor se mostraba mucho más suelto y sin presión.

Con un juego en blanco y un "ace" empató el enfrentamiento y lo mandó a la manga decisiva, que se inauguró con un juego de diez minutos salvado por Del Potro a pesar de que su contrincante dispuso de dos bolas de "break". No obstante, el cansancio en el argentino empezaba a hacer mella y la rotura de saque llegó poco después (2-1).

De ahí al final el español no sólo realizó un gran trabajo con su saque -puso el 5-3 en blanco-, sino que desquició a Del Potro a través de una gama impensable de golpes. El argentino no quiso tirar la toalla y salvó 3 bolas que daban el campeonato a Nadal.

Sin embargo, con su propio saque el "guerrero" no perdonó y selló la victoria. Se tiró al suelo, dio gracias a ese cielo al que le pedía explicaciones minutos atrás y corrió a celebrarlo con su equipo.

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