Inseguridad, retrasos en los estadios, críticas... La polémica envuelve al Mundial de Brasil

La mascota del Mundial de Fútbol Brasil 2014, acompañada de la jugadora de fútbol brasileña Marta (i) y el exjugador brasileño Bebeto (d), se presenta durante el sorteo del Mundial de Fútbol Brasil 2014 en Costa do Sauipe, Bahia (Brasil).
La mascota del Mundial de Fútbol Brasil 2014, acompañada de la jugadora de fútbol brasileña Marta (i) y el exjugador brasileño Bebeto (d), se presenta durante el sorteo del Mundial de Fútbol Brasil 2014 en Costa do Sauipe, Bahia (Brasil).
EFE
La mascota del Mundial de Fútbol Brasil 2014, acompañada de la jugadora de fútbol brasileña Marta (i) y el exjugador brasileño Bebeto (d), se presenta durante el sorteo del Mundial de Fútbol Brasil 2014 en Costa do Sauipe, Bahia (Brasil).

Un violento enfrentamiento entre hinchas del Atlético Paranaense y del Vasco da Gama dejó cuatro aficionados con graves heridas y provocó la suspensión temporal del partido de la última jornada del Campeonato Brasileño, que jugaban en la sureña ciudad de Joinville, ciudad del estado de Santa Catarina, y dejó gravemente dañada la imagen del país de cara al Mundial de 2014.

La gresca, con brutales imágenes de violencia retransmitidas por la televisión y escenas de un helicóptero en medio del campo retirando los heridos, comenzó poco después de que el defensa Manuel puso en ventaja al Atlético Paranaense y ganó una rápida repercusión internacional, con numerosos medios recordando que Brasil será el anfitrión del Mundial del próximo año.

Un grupo de aficionados del Paranaense se enfrentó a otro de los rivales a puñetazos, patadas y pisotones, y la policía tardó en separar a los hinchas violentos, lo que hizo que las agresiones se repitieran de lado y lado.

Los incidentes se produjeron debido a la falta de policías en el estadio, ya que los uniformados estaban concentrados en las afueras del escenario.

"Es un evento privado y la seguridad tiene que ser garantizada por los guardias privados contratados por el Atlético Paranaense. Nosotros éramos responsables por la vigilancia externa", afirmó el portavoz de la Policía Militarizada, Adilson Moreira.

El presidente del Vasco, el exfutbolista Roberto Dinamite, pidió la cancelación del partido por falta de garantías y llegó a decir que uno de los aficionados había muerto en el enfrentamiento, pero la información fue desmentida por la policía.

Para más inri, los jugadores de ambos equipos tuvieron que volver al campo pese a que visiblemente estaban afectados por la violencia desatada en los graderíos.

Todo lo ocurrido en la última jornada del Campeonato Brasileño deja maltrecha una imagen ya de por sí dañada del Mundial de Brasil, que ahora está más que nunca bajo sospecha.

Protestas de los 'indignados' brasileños

La incertidumbre rodea a la Copa del Mundo, que se disputa en Brasil, país que ha sido constante objeto de críticas desde su elección.

Miles de 'indignados brasileños protestaron el pasado verano durante la Copa Confederaciones por mejores servicios públicos y atacaron a la FIFA, blanco también de las manifestaciones.

Los brasileños salieron todos los días a las calles hasta llegar a congregar a cerca de 1,2 millones de personas en un centenar de ciudades, destacando los elevados gastos del Estado con la construcción de estadios para el Mundial.

Críticas del mundo del fútbol

El exfutbolista y campeón mundial Romario manifestó su apoyo a las protestas de los indignados brasileños. "Nuestros gobernantes tienen que entender definitivamente que a partir de ahora acabaron los días de desvíos, corrupción, robos, deshonestidad y, principalmente, falta de respeto para con nuestro pueblo", dijo Romario. Romario, que actualmente ejerce un mandato como diputado federal por el estado de Río de Janeiro, es uno de los principales críticos de las concesiones que Brasil le ha ofrecido a la FIFA para que organice el Mundial de 2014. "El verdadero presidente de Brasil hoy se llama FIFA. Ella llega aquí y monta un Estado dentro del Estado", afirmó el diputado.

El capitán de la selección de fútbol de Uruguay, Diego Lugano, hizo una "crítica constructiva" a los organizadores de la Copa de las Confederaciones y como forma de "colaborar" para que el Mundial de Brasil sea un éxito. El capitán 'celeste' se quejó de las dificultades que tuvo el equipo para encontrar un lugar de entrenamiento apropiado, algo que habría que cambiar de cara a la cita del próximo verano.

El mismo Blatter, presidente de la FIFA, reconoció que "Brasil tiene muchos problemas. Sin embargo, confiamos en el gobierno y el comité organizador para que hagan todo lo necesario para que el torneo sea un éxito".

Un sorteo que causa malestar

Este mismo domingo, también Casillas criticó la ejecución del sorteo de la fase de grupos, que emparejó a la campeona, España, con la subcampeona mundial, Holanda.

El meta de España no entiende cómo eso puede pasar y tampoco que Brasil, con la que se cruza el grupo español, empiece antes a jugar y acabe después, conociendo cómo quedará el grupo de España antes de que el anfitrión juegue su último partido.

Los problemas en las obras de los estadios

Las obras en los estadios de cara al Mundial también ha sido un quebradero de cabeza para el país sudamericano. Los retrasos en las obras de los estadios han sido constantes y ha habido varios episodios de accidentes mortales de obreros que trabajaban en estas obras. Además, fue muy sonado y comentado el reciente desplome del Arena Corinthians, el estadio que acogerá el partido inaugural del Mundial, y en el que dos operarios murieron, por la caída de una de las estructuras metálicas.

Inseguridad constante

Problemas también en infraestructuras: hace apenas un mes, Sao Paulo registró un atasco récord de más de 306 kilómetros cuando queda poco más de medio año para que arranque la cita mundialista.

Esto ataque directamente a la seguridad, donde también aparecen los eternos problemas de las favelas: la policía brasileña trabaja a contrarreloj para erradicar la violencia.

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