La selección española de balonmano busca este domingo (17.15 h) suceder a Francia al frente de la corona del balonmano mundial. El rival, la poderosa Dinamarca liderada por Mikkel Hansen y llena de estrellas como Noddesbo, Eggert o Landin que hacen de los nórdicos un rival temible.

A la final del Palau Sant Jordi han llegado dos de las máximas favoritas a hacerse con el título, que sería el primero para los de Ulrik Wilbek, y el segundo para los anfitriones. En cambio, Dinamarca está muy habituada a pelear por los éxitos en los últimos años, destacando dos entorchados continentales (2008 y 2012) y el subcampeonato mundial de hace dos años, gracias a una gran generación de jugadores.

Sin duda, junto a Croacia, bajo el mando de Rivera, el actual bronce mundialista tiene en el combinado danés una de sus 'bestias negras', que se ha cruzado en su camino hacia una gran final en dos ocasiones, en el Mundial de Suecia de 2011 y en el Europeo de 2012.

La espina de otros Juegos, en este caso los de Londres, es la que se pretenden quitar los chicos de Valero Rivera.  España quiere auparse ahora a la cima de un Mundial. En 2011, saborearon las puertas de la final y tuvieron que conformarse con el bronce. "Tenemos que centrarnos en lo que hemos hecho bien hasta ahora", opina el extremo Víctor Tomás. "Ser el equipo local, en este sentido, es un punto a favor. Pero Dinamarca es la campeona de Europa, hace muchas cosas bien y debemos vigilar su lanzamiento exterior, sus extremos y no hacer penaltis. Estará muy igualado".

Debe esmerarse en lo que es su seña de identidad, su intensa defensa desde donde ha construido su gran actuación en este Mundial, con solo una derrota en su haber, en la primera fase ante la selección croata (27-25). Con breves apariciones del 5-1 (Australia, Hungría o Alemania), el 6-0 debe ser la réplica con la que los de Valero Rivera eviten que su rival se dispare en cifras goleadores donde el partido tendría seguramente más color danés. A su mejor nivel, ha frenado a los húngaros, croatas, serbios, alemanes y eslovenos, pero necesita que este sea más que nunca desde el pitido inicial al final.

El combinado nacional ha demostrado que cuenta con una sólida portería, sea Sterbik o Sierra el elegido, y Viran Morros, Gedeón Guardiola, Joan Cañellas y Jorge Maqueda deberán trabajar sobre la primera línea de Dinamarca, con especial atención sobre Hansen, un jugador capaz de lanzar con mucha soltura desde los 9 metros o más allá.

En ataque, habrá que tener paciencia un día más en un nuevo examen, evitando las pérdidas que permitan a su rival correr con soltura y tratando de encontrar a los extremos y a Aginagalde, que espera que no haya tanta permisividad arbitral. Luego, estará el 'arma' más poderosa, el público que abarrotará el Sant Jordi en pos de llevar hacia el sueño dorado a los suyos. Dinamarca, en otro lugar 'caliente' como Belgrado, supo salir airoso hace un año y su seleccionador ya se ha encargado de advertirlo.

Con el lateral zurdo del PSG Mikkel Hansen a la cabeza–mejor jugador del mundo en 2011–, los daneses no quieren que se les vuelva a escapar un oro que aún no luce en sus vitrinas, como ocurriera precisamente en 2011 ante la legendaria Francia. El cañón de su líder, la electricidad de sus laterales extremos Hans Lindberg y Anders Eggert o la fiabilidad de Niklas Landin bajo palos pueden cumplir el sueño danés de colgarse su primer oro.

Niklas Landin ha dejado claro ya por qué es uno de los mejores porteros del mundo, siempre decisivo tras su rocoso 'muro' defensivo ante el que tendrá que actuar Julen Aginagalde. Su portero es la lanzadera de un contragolpe mortal (64 goles así en este Mundial) con extremos de mucha calidad como Lindberg o Eggert (9 goles en la semifinal).

Ha tenido una andadura plácida en este campeonato, con victorias muy claras, dejando claro que cuenta con un arsenal goleador que se debe frenar para tener opciones y que solo Hungría, en cuartos, acertó a parar, en la segunda parte, porque en la primera encajó 18 tantos. Además, llega lanzada después de deshacerse con mucha contundencia de una Croacia que había demostrado su clara candidatura al título.

"He deseado esta final ante España desde hace mucho tiempo. Queremos ese oro, pero será difícil, porque ellos están jugando muy bien", reconoce el pivote Jesper Noddesbo, que milita en las filas del Barcelona. En la misma línea que su técnico, el jugador nórdico otorga a España la condición de "favoritos" por actuar en casa, aunque esa obligación de "ganar sí o sí les puede pasar factura".

La Liga española será la más representada este domingo, con el Barcelona Intersport como el que más jugadores tendrá en liza. Contará con 12 participantes, diez de ellos en el bando español y dos en el de Ulrik Wilbek.

Los azulgranas Arpad Sterbik, Víctor Tomás, Albert Rocas, Dani Sarmiento, Ángel Montoso, Viran Morros y Aitor Ariño, los rojiblancos Julen Aginagalde y Joan Cañellas y el ademarista Carlos Ruesga son los componentes que aporta el actual bronce mundialista, mientras que su rival tendrá al culé Jesper Noddesbo y al atlético Nikolaj Markussen.

Han pasado ocho años desde que España lograra su único oro mundial. Por entonces, una selección plagada de históricos como Mateo Garralda, Iker Romero, Joseja Hombrados, Demetrio Lozano o Rolando Uríos se llevó el triunfo en la final ante Croacia (40-34).

De ese grupo solo quedan Rocas y Entrerríos. "Se podría decir que entonces había una mezcla de jóvenes con veteranos muy parecida. Aunque quizás había más veteranos", rememora Alberto Entrerríos, algo en lo que coincide el mismo Albert Rocas. "Había más jugadores curtidos en mil batallas, pero la mejor conjunción es este equipo, con gente con experiencia y gente joven que sube con ganas y está en uno de los mejores momentos de su carrera".

España: Sterbik (p), Sierra (p), Tomás, Entrerríos, Sarmiento, Aginagalde, Maqueda, Rivera, Viran Morros, Cañellas, Guardiola, Rocas, Ariño, Ruesga, García y Montoro.

Dinamarca: Landin (p), Green (p), Eggert, Hansen, Markussen, Spellerberg, R.Toft, H.Toft, Lindberg, Sondergaard, Nielsen, Moollgard, Svan, Noddesbo, Lauge y Mortensen.

Pabellón: Palau Sant Jordi.

Hora: 17.15/La1.