Una España más gris, un motociclismo más peligroso que el actual y a alguien con ganas de realizar un sueño.

¿Qué queda del chico de 14 años que se lio la manta

a la cabeza y se fue a Barcelona?

La ilusión de vivir.

Fue duro..., ¿pensó en abandonar?

Varias veces hice la maleta, pero la ilusión me hizo seguir.

Fue electricista, fontanero…

¿Hace de manitas en casa?

Arreglo muchas cosas, es un placer. En Ibiza he puesto la iluminación exterior.

¿Le cambió el triunfo?

Se me vino mucho encima por la juventud, pero lo interpreté bien.

«Rebelde, pero buen chico». ¿Se mantiene así?

Rebelde, sí, pero poco. Con los años cambias, pero me sigue gustando divertirme.

¿Con qué?

En Ibiza, disfrutando de lo que me da la isla. No hago mucho deporte, prefiero estar tranquilo.

Conocerá mucho mundo…

Sí, pero vivo en el mejor país.

Ahora, los pilotos se relacionan con modelos, actrices… ¿Cómo era en su época?

El motociclismo no tenía el glamour que tiene hoy.

¿Le da envidia?

Nada. Cuando me retiré, cerré el libro y así ha quedado.

Pero mantiene un contacto muy directo con el mundial.

Claro, pero no tengo mono.

¿No usa ya la moto?

Tengo una scooter para desplazarme por Ibiza y en Madrid, pero voy muy despacio, casi parado..

La gente conoce su superstición del 12 + 1. ¿Tiene más?

Los gatos negros.

¿Qué le dicen por la calle?

El pueblo me tiene un grandísimo respeto, y yo a él. Ése es el homenaje más grande que he recibido en mi vida.

¿Añora tener el premio Príncipe de Asturias?

Si te dijera que me da igual, mentiría, pero no me dio rabia que se lo dieran a Fernando Alonso.

¿Se pasa por su museo?

De vez en cuando. Van bastantes colegios, y los niños flipan cuando ven las motos… ¡Flipo yo de pensar que me montaba allí! Imagínate ellos.

¿Algún deportista actual tiene su espíritu y su fuerza?

Creo que todos los deportistas tienen sus ganas, sus ilusiones… España es una de las grandes potencias ahora en deporte. Lo importante es que hay más cosas que fútbol.

Dice que su vida está llena. Tendrá sueños todavía…

Que mi hijo (Pablo) gane el mundial, que a mi sobrino (Fonsi) le vaya fenomenal en Superbikes y que toda mi familia esté feliz.

Hecho a sí mismo

Nacido en Zamora en 1947, se crió en el barrio madrileño de Vallecas hasta que, con 14 años, consiguió convencer a sus padres para irse a Barcelona y luchar por su deseo de convertirse en piloto de motos. Allí trabajó en múltiples oficios y lo pasó mal, hasta que llegó a un taller de motos y empezó a cumplir su sueño. Actualmente trabaja retransmitiendo el Mundial de Motociclismo en TVE.