La Federación Sudafricana de Rugby ha anunciado la muerte de uno de los jugadores históricos de los 'Springboks', el ala Chester Williams. El exjugador falleció a los 49 años este viernes debido a una crisis cardiaca en Ciudad del Cabo, donde vivía.

Su trascendencia como jugador de rugby fue mucho más allá de los campos. Ser el único jugador de raza negra en la histórica selección de Sudáfrica que se proclamó campeona del mundo en 1995 ante la Nueva Zelanda de Jonah Lomu le convirtió en todo un símbolo en la lucha por la igualdad de los negros y los blancos, en los últimos coletazos que dio el apartheid.

Tras debutar en 1993 con los 'Springboks', disputó 27 partidos en los que convirtió 14 ensayos. Vital fue su aportación en aquel Mundial de 1995, cuya historia quedó irremediablemente unida a la de Nelson Mandela. Williams logró cuatro de esos ensayos ante Samoa durante el citado Mundial, en el partido de cuartos de final que acabó 42-14 para el país africano.

Irónicamente, este pequeño jugador (sólo medía 1,74m) estuvo a punto de ni siquiera disputar el torneo, ya que una lesión muscular le apartó del equipo inicial. Una sanción a Pieter Hendriks, que había sido su sustituto, por una pelea hizo que el seleccionador volviese a llamar a este jugador.

Desde su retirada en el año 2000, lastrado por las lesiones de rodilla, Chester Williams se había dedicado a dar conferencias y fomentar la igualdad en el rugby y en la sociedad en general.

Su participación con los 'Springboks' en el Mundial de 1995 quedó reflejada a pequeños trazos en el libro 'El factor humano', del periodista y escritor John Carlin, y su consecuente película 'Invictus', dirigida por Clint Eastwood.

El rugby y la sociedad sudafricana en general, comenzando por su propio gobierno, han emitido sus mensajes de condolencias en las redes sociales.