Valentino Rossi ha firmado en el circuito de Saschenring una de las remontadas más sensacionales de la historia del motociclismo.

El piloto italiano salió undécimo, dio cuenta de todos sus rivales y acabó ganando el Gran Premio de Alemania como un auténtico campeón.

Además, su victoria le coloca segundo en el Mundial, a 26 puntos de Hayden y tres por encima de Pedrosa, que fue cuarto en una carrera en la que los adelantamientos, los sustos y las caídas pusieron los pelos de punta a los aficionados.

Se dice que el circuito de Saschenring es un trazado sinuoso y complicado, donde los adelantamientos son muy difíciles. Sin embargo, Rossi, Melandri, Hayden y Pedrosa han dado al traste con la leyenda que envuelve a este asfalto alemán.

La carrera comenzó tal y como terminaron los entrenamientos, con Pedrosa en cabeza, seguido de Roberts, Melandri, Hayden y un gran elenco de favoritos.

Sin embargo, por detrás de todos ellos, "The doctor", el campeonísimo italiano Valentino Rossi, no quería perderse la fiesta.

Mientras por delante Hayden tomaba la cabeza y, junto con Pedrosa, daba el protagonismo absoluto de la carrera a las Hondas, Rossi comenzaba una épica remontada a bordo de su Yamaha.

En la primera vuelta se colocó sexto, después fue adelantando uno a uno a todos sus rivales, que no podían sujetarle. Unos se caían al intentar seguirle, como le pasó a Roberts y Tamada, y otros lo veían pasar como un rayo amarillo.

Cuando tomó la cabeza, se puso la victoria entre ceja y ceja y no defraudó. Y eso que le costó, y mucho, pues en el grupo de cabeza que él lideraba, las alternativas eran constantes.

Emoción hasta el final

En una vuelta veíamos segundo a Pedrosa, en la siguiente a Melandri, después a Hayden y así hasta el final, pero siempre por detrás de Rossi, salvo en algunos tramos en que Melandri tomó las riendas para aumentar la emoción de Rossi, pero no su miedo.

Las últimas vueltas fueron de una intensidad y emoción superlativas, donde un error podía salirle caro a cualquiera. Fue precisamente eso lo que llevó a Pedrosa a perder el podio en favor de Hayden, que aprovechó un despiste del español para colarse en el cajón.

El estadounidense y líder del Mundial, una vez que dejó de liderar la carrera, había marchado siempre en la cola del grupo, sin meterse de verdad en la lucha, y sólo apretó cuando vio claro el adelantamiento.

La estrategia le salió bien, pues acabó tercero, por detrás de Melandri y, sobre todo, de un genial Rossi que volvió a saborear en Alemania las mieles del triunfo.