El piloto español Jorge Lorenzo (Aprilia), que se puede proclamar campeón del mundo de 250 c.c. en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, se mostró sorprendido por el hecho de que su compañero de equipo, Héctor Barberá, le ofreciera su ayuda para la carrera.

Lorenzo y Barberá comparten equipo y garaje, pero mantuvieron un enfrentamiento al principio de temporada y desde entonces no se hablaban.

Mejores sensaciones que en Estoril

El español manifestó que se siente "más a gusto y tranquilo" que hace dos semanas cuando en Portugal no consiguió alzarse con el título.

Lorenzo dijo a los periodistas que, a pesar del problema eléctrico que tuvo en su moto, igual que en Portugal, y que hizo que tuviera que sustituir la primera máquina por la de reserva, "todo pinta bien".

Explicó que la segunda es más lenta que la primera, pero que también le había gustado. "Es una moto un poco más suave, desde 7.000 u 8.000 vueltas. Es suave y me ha gustado. Antes de la carrera probaremos las dos para ver cuál va mejor", dijo.

Preguntado sobre si sentía súper protegido debido a que llegó ayer al circuito Ricardo Tormo y no el miércoles anterior a la carrera como suelen hacer todos los pilotos, respondió: "no creo que lo necesite, ya no soy un chaval de 15 años como cuando llegué al mundial, que me decían algo negativo y me hundía. Ahora no me afecta casi nada y voy a lo mío".

Respecto a la caída del japonés Yuki Takahashi, compañero de equipo de su rival en la lucha por el campeonato, el italiano Andrea Dovizioso (Honda), Lorenzo manifestó: "espero que el domingo no tenga que depender de nadie. Si necesito una mano, no voy a decir que no, pero yo intentaré depender sólo de mí".

"Todavía no he pensado en la carrera, porque aún tengo mucho que mejorar mañana, no me he estancado todavía", consideró Lorenzo, y añadió: "he aprendido a estar tranquilo", consideró.