La aportación de Álvaro Morata a la victoria del Atlético de Madrid en Mallorca ha sido una doble amarilla. El ariete madrileño fue expulsado en apenas 8 minutos por dos calentones que tuvo con la zaga bermellona.

Primero se enganchó con Xisco Campos, con conato de tángana y cruce de testas incluido. Hernández Hernández no lo dudó y, pese a que acababa de salir al campo, vio la primera tarjeta amarilla.

El calentón no se le bajó a Morata y a continuación tuvo otro muy similar con Salva Sevilla. Dado que ya venía enfadado, algo debió decirle al colegiado que no dudó en repetir la acción de antes y sacarle una segunda tarjeta. El enfado de Morata al irse del campo hizo que le esperara en la bocana de vestuarios, aunque la cosa no fue a más.

Morata se convierte así en una baja confirmada (salvo intervención del Comité de Competición) del Atlético para el derbi del sábado contra el Real Madrid.