El Mónaco tendrá que pagar 50 millones de euros para seguir jugando en el campeonato francés, según los términos del compromiso alcanzado con la Liga Profesional de Fútbol (LPF), que le reclamaba una compensación por las ventajas fiscales del Principado para garantizar la equidad financiera de los clubes.

Los diarios Les Echos y L'Équipe indicaron este viernes que el acuerdo prevé dos pagos de 25 millones de euros en dos años y ha llegado a menos de una semana de que el contencioso fuera objeto de una audiencia del consejo de Estado, programada para el próximo miércoles.

El Mónaco va a retirar el recurso que había planteado ante el Consejo de Estado a cambio de que la liga francesa modifique su reglamentación y le otorgue una derogación para mantener su sede fuera del territorio francés.

La LPF se limitó en la noche del jueves a anunciar en un comunicado que ha autorizado a su presidente, Frédéric Thiriez, a "finalizar la transacción para poner acabar definitivamente con el litigio" con el club del pequeño Estado mediterráneo.

El origen del conflicto fue una decisión del consejo de administración de este organismo, el pasado 21 de marzo, por la que obligaba a que todos los equipos estuvieran radicados formalmente en Francia y así se vieran sometidos a las mismas condiciones fiscales para evitar toda distorsión de la competencia por ese motivo.

Las negociaciones comenzaron al mes siguiente, pero se torcieron después de que la formación, propiedad del magnate ruso Dmitry Rybolovlev, considerara "totalmente inaceptable" los 200 millones de euros que dijo que le reclamaba el presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noël Le Graet