A Mireia ya no se le caen las zapatillas rosas al suelo

A Mireia Belmonte ya no se le caen las zapatillas rosas al suelo en las zonas mixtas de las piscinas, donde los nadadores pueden hablar con los periodistas después de las competiciones.

Cuando empezó a competir en las altas citas internacionales, a Mireia, apurada y cansada, víctima del nerviosismo de una nadadora que fue campeona de Europa con 17 años en Eindhoven (Holanda) en 2008, solía ver cómo las deportivas rosas que tenía entonces, su acreditación o cualquier otro de los objetos que llevaba se enredaban o acababan, a veces, en el suelo.

Ahora, la subcampeona olímpica de los 200 metros mariposa, primera medallista olímpica nacida en España, en Badalona (Barcelona) hace 21 años, ha conseguido serenarse y poner toda su fuerza, su técnica y habilidad innata para este deporte en el agua.

Entrenada en el CN Sabadell por el francés Fred Vergnoux desde hace dos temporadas, Belmonte ha dado al equipo nacional su primera presea en estos Juegos Olímpicos.

Vergnoux tiene una parte muy importante en el triunfo de la badalonesa, pero también lo tienen Carles Subirana, Jordi Murio y el australiano Michael Pippen, sus anteriores técnicos en su club o en el Centro de Alto Rendimiento.

El propio técnico galo declaró este verano a EFE: "Mireia no tiene límites".

Quinta medalla para España en unos Juegos

También tiene una buena parte de responsabilidad en la medalla, la tiene Nina Zhivanevskaya, la última nadadora que subió a un podio olímpico en Sydney 2000 para que le impusieran la medalla de bronce en los 100 espalda.

Nina, en el final de su carrera, cuando Mireia llegó al equipo compartió habitación, dio consejos y de alguna manera tuteló a la entonces promesa. Este miércoles, la de Badalona reconoció que la de Moscú es "como su madre en la natación".

Belmonte, con récord de España (2:05:25) releva así a Nina, bronce en Sidney 2000, y anteriormente a Martín López-Zubero, que se colgó el oro en Barcelona '92, en los 200 espalda. Más atrás quedan los bronces de Sergio López, en Seul '88, y del hermano mayor de López Zubero, David, que en los 80', salió de Moscú con la dulzura del podio como botín.

Una nadadora capaz de todo

Mireia Belmonte, que empezó en este deporte para corregir su escoliosis, es una nadadora completa que tiene en la mariposa y en las pruebas de estilo sus mejores distancias entre los 200 y los 800 metros libre, pero que es capaz de llegar a unos buenos 1.500 metros como lo prueba su medalla de oro en Debrecen (Hungría) en los pasados Campeonatos de Europa.

Este jueves competirá en su última prueba individual en Londres 2012, los 800 metros libres, precisamente en la que tenía puestas más esperanzas de medalla y después de la plata quién sabe hasta dónde puede llegar.

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